Juzgan por agresión sexual a un hombre ya condenado por abusos a una niña

La actual denunciante también era menor de edad cuando el acusado la violó presuntamente en su casa.

El acusado, Josué Vinicio M. B., este jueves, en la Audiencia.
El acusado, Josué Vinicio M. B., este jueves, en la Audiencia.
Heraldo.es

Josué Vinicio M. B., de 53 años, fue juzgado este jueves en la Audiencia Provincial de Zaragoza como presunto autor de una agresión sexual sufrida por una menor de edad en junio de 2015. En esa fecha acababa de ser denunciado por la madre de una niña de 10 años a la que había sometido a tocamientos de índole sexual, abusos por los que fue condenado a dos años de prisión por la Sección Sexta de la Audiencia en julio de 2016.

Según declaró este jueves la denunciante –ahora ya mayor de edad–, en esa época se había hecho amiga de la esposa de Josué Vinicio M. B., con la que solía ir de tiendas e incluso a reuniones de los testigos de Jehová. "Nos llevábamos muy bien. Me parecía muy buena mujer y si no la hubiera conocido a ella, no lo habría conocido a él", explicó.

Un domingo de junio de 2015 quedó con un grupo de personas, entre ellas el matrimonio, y estuvieron bebiendo alcohol. Terminaron yendo a casa de Josué Vinicio M. B. y cuando sobre las 4.00 dieron por terminada la fiesta y la joven se disponía a irse a su casa, la mujer del acusado le propuso quedarse a dormir, dada la hora que era.

"Me dijo que mejor no fuera sola por la calle. Accedí y me acosté en una cama pequeña en la que estaba durmiendo su hijo de 9 años. Ellos se acostaron en otra cama más grande en la misma habitación. Me quedé dormida y, en un momento dado, me desperté al sentir sobre mí el peso de esta persona", contó. Añadió que le tapó la boca y la penetró y que cuando se lo quiso quitar de encima, él se levantó corriendo y se fue al baño. La joven despertó a la mujer para contarle lo que había hecho. "Le mostré las marcas en las manos y me dijo que no me creía. Él salió y también le dijo que era mentira. Yo me quedé en shock, me fui a mi casa, cogí la tarjeta de la Seguridad Social y me marché a urgencias", relató.

Los médicos la exploraron y en las muestras que se recogieron hallaron células que, al analizar el cromosoma Y, dieron como resultado que eran del acusado o de alguien emparentado con él. Así lo explicaron este jueves los forenses, ya que, en este caso, no se encontraron espermatozoides porque no hubo eyaculación. El acusado se acogió a su derecho a no declarar.

El fiscal y la acusación particular piden penas de entre 13 y 15 años de prisión mientras que la defensa solicita la absolución, alegando que no hay pruebas.

Los hechos por los que Josué Vinicio M. fue juzgado este jueves son similares a los que le acarrearon la condena en 2016. En esa ocasión, un matrimonio fue a su casa con su hija de 10 años y, sobre las 23.00, la pequeña y el hijo del acusado se fueron a dormir a una habitación. El hombre aprovechó que los adultos permanecían en el salón para entrar al dormitorio y hacer tocamientos a la niña, pero fue sorprendido por su mujer y se fue rápidamente. Él alegó en su defensa que había entrado a arroparlos, pero nadie le creyó.

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