Eduardo R., padre de una niña que en diciembre de 2016 resultó herida al caerle en la cabeza un adorno navideño en la calle de Alfonso I, llevará finalmente a los tribunales al Ayuntamiento de Zaragoza para reclamarle por los daños sufridos por la pequeña.

El accidente ocurrió a las 14.00 del 3 de diciembre cuando los anclajes de tres grandes bolas ornamentales se soltaron y cayeron sobre dos niñas de 13 y 14 años. La más pequeña, C. R. M., sufrió la fractura de la nariz y tuvo que recibir seis puntos de sutura bajo uno de los párpados. «A consecuencia de estas lesiones, le han quedado secuelas permanentes y está pendiente de una rinoplastia que pueda hacerse en el futuro para que la nariz le quede como la tenía», señaló ayer su padre.

Añadió que una vez que los daños personales y físicos han sido diagnosticados como permanentes, ha decidido demandar al concejal de Economía y Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, así como a las empresas que forman la UTE Alumbrado de Zaragoza: Imesa, Industrias y Montajes Eléctricos SA, Coca SA y Cerma y Aliaxa SL, para reclamar los gastos médicos, forenses y legales que ha tenido que costear a raíz del siniestro.

Eduardo R. reprochó al Ayuntamiento el «nulo» interés que ha mostrado por su hija desde que resultó herida hasta la fecha. «En ningún momento se ha puesto en contacto con la familia para mostrar un mínimo de interés por su estado de salud», manifestó. Recordó que tuvieron que esperar un año hasta que le dieron el alta y los médicos hicieron los informes definitivos. «Lo único que he querido para mi hija son los gastos ocasionados por un accidente que nunca debió haber ocurrido», señaló.

Además, planteó que deberían revisar los protocolos del Ayuntamiento de la ciudad en temas de colocación de elementos colgantes e infraestructuras en las vías públicas.