Una comunidad del Casco lleva 20 años "a garrotazos" por una terraza de 50 m2

La Audiencia de Zaragoza decidirá si la cubierta es de las vecinas del tercer piso o de uso común.

Vista general de la calle de Contamina de Zaragoza, donde está situada la comunidad de propietarios que ha ido a juicio.
Vista general de la calle de Contamina de Zaragoza, donde está situada la comunidad de propietarios que ha ido a juicio.
Aránzazu Navarro

"Como en el cuadro de Goya, a garrotazos". Así describió este lunes Delia M. M. ante la Audiencia Provincial de Zaragoza la relación que mantiene con sus vecinos de escalera desde hace cerca de 20 años. El objeto de la disputa es la titularidad, y por tanto también el uso, de la terraza de la comunidad en la que residen querellantes y denunciantes, en la calle de Contamina.

Ante la Sección Primera de la Audiencia, Delia M. M. y Silvia U. A. declararon como presuntas responsables de un delito de falsedad en documento público y otro de estafa procesal por los que la Fiscalía les pide dos años de cárcel y que la acusación particular eleva hasta cinco años y multa de 1.800 euros. Delia M. detalló que cuando en 1999 compró un inmueble a medias con Silvia U. A., en la citada finca del Casco Histórico, el entonces propietario les explicó que constaba de piso, sobreático y terraza, espacios que vieron antes de la adquisición. "Nunca hubiéramos comprado un piso sin terraza, porque nos gustan mucho los animales y teníamos perros", apuntaron las denunciadas para justificarse.

A la terraza en cuestión se puede acceder directamente desde este sobreático. Es la única vivienda con entrada directa: el resto de vecinos utiliza una puerta situada en el torreón del ascensor. Esta circunstancia también la esgrimen Delia M. M. y Silvia U. A. para defender la propiedad y el uso privativo de la terraza, de unos 50 m2. "Nosotras somos las únicas que pagamos por esos metros", apostillaron también las mujeres, aportando como prueba documental un recibo del IBI de 2017.

Un atractivo para todos

Las acusadas no fueron las únicas vecinas de la finca que quedaron prendadas de la terraza y se decidieron a comprar un piso, según quedó acreditado este lunes durante la vista oral. Manuel V. G., expresidente de la comunidad, explicó ante el tribunal que cuando en 2004 adquirió su vivienda le dijeron que la terraza era común y esto, "sin duda" le animó a comprar "en una zona con pocos atractivos, llena de bares". Este hombre explicó que en 2005 todos los vecinos estuvieron cerca de conciliar y solucionar el conflicto, pero la paz acabó por truncarse poco después.

En el juicio también declararon el registrador que inscribió la propiedad y el notario que otorgó las escrituras. La acusación particular, ejercida por varios vecinos y la comunidad de propietarios a través de la letrada Rebeca Santamalia, sostiene que Delia M. M. y Silvia U. A. acudieron a estos profesionales "empleando engaño" con la intención de "apropiarse de la terraza comunitaria" cuando se cursó contra ellas una denuncia por un presunto delito de usurpación.

Del desencuentro que reina en esta finca del Casco desde hace 20 años dan cuenta los 28 procedimientos abiertos entre los vecinos (en Urbanismo y en los juzgados) que están pendientes de resolución. Este martes el juicio afronta su segunda sesión. El tribunal escuchará a otros propietarios del inmueble y en los próximos días tendrá que decidir quién es el dueño de la terraza de la discordia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión