Santa Águeda (y la Virgen de la Cueva)

A pesar de la lluvia, miles de fieles se acercaron a la parroquia del Portillo ayerpara besar la reliquia de la santa, un trocito de cráneo que llegó a Zaragoza de la mano de Carlos V.

Tradición bajo los paraguas y devoción a prueba de aguaceros. La fiesta de Santa Águeda se está celebrando pasada por agua en Zaragoza, pero eso no es óbice para que miles de fieles se estén acercando a la parroquia del Portillo para orar en el altar donde se guarda su imagen y besar el trocito de cráneo que se conserva en un relicario de plata.

Aunque hoy ha habido menos filas que en ediciones anteriores, decenas de zaragozanos aguardaban bajo sus paraguas desde las 7.30 –hora en la que abrió el templo– para cumplir con la tradición. A lo largo de la jornada se celebran hasta ocho misas y a primera hora el párroco ha bendecido las tortas y ‘teticas’ de crema que se vendían en los puestos –cubiertos con plásticos y toldos– de la plaza.

Quienes tampoco han faltado a a su cita son las voluntarias de Amac-Gema –la entidad que lucha contra el cáncer de mama y genital– que a la salida de la iglesia iban colocando un lazo blanco en la solapa. Quién más quién menos conoce algún familiar o tiene una amiga que ha sufrido la enfermedad «y hay que concienciar sobre la importancia de la detección precoz para poder afrontarla con éxito», explican a la salida de la iglesia.

Largas filas para venerar a Santa Águeda

Muchas mujeres, de hecho, han acudido al Portillo para dar la gracias a la santa porque a ellas mismas, tiempo atrás, les habían detectado «un bulto en el pecho pero afortunadamente –relataban– resultó ser nada». Otras comentan que «es una tradición en la familia» y se recuerdan sí mismas de pequeñas venerando la reliquia –y degustando en la sobremesa el dulce postre coronado con una guinda– junto a sus madres y abuelas.

Las filas para besar la reliquia de la mártir (un recipiente de plata con un trocito de cráneo que llegó a Zaragoza de la mano de Carlos V) se hacen bastante llevaderas este año, acaso por la lluvia o, también, porque hay numerosas parroquias (San Felipe, San Cayetano o Santiago el Mayor) con imágenes de la santa de origen siciliano, que prefirió el martirio antes que renegar de su fe cristiana.

Por la tarde, la devoción deja paso a la fiesta y diversas asociaciones de mujeres convocan meriendas e, incluso, celebraron algún ‘show’ picarón. No obstante, parece que la cita con los cabarés se retrasará al fin de semana, cuando la coincidencia con el carnaval enmarcará mejor la celebración que el lunes lluvioso.

El recuerdo a Santa Águeda se vive también en muy distintas localidades de la provincia (Escatrón, Zuera, Pedrola, Siresa, Altorricón, Villar de los Navarros o Burgo de Ebro) en las que Santa Águeda es patrona, y a cuya salud las mujeres celebraron una chocolatada. En Mequinenza, por citar solo un ejemplo, aunque hubo que suspender la procesión por las precipitaciones, se mantuvo la misa cantada por el coro local y la bendición de las ‘cocas’ en la interior de la iglesia de la Asunción.

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