Muchas ciudades han creado campañas y tomado medidas para evitar los accidentes del tranvía. Colonia (Alemania) fue la primera en colocar semáforos luminosos en el suelo en algunos cruces con el tranvía para alertar a los viandantes que estén mirando sus teléfonos móviles. En 2016 se sumó Augsburgo (en el sur de Alemania), que también colocó unas franjas de luces led situadas en el margen de los raíles con las que se pretende llamar la atención de los ciudadanos y evitar accidentes.

Por otro lado, son habituales las campañas de convivencia entre ciclistas y tranvía. Durante algunos días de este mes, Barcelona ha tenido educadores del Bicicletas Club Cataluña en puntos clave de la red del tranvía donde recientemente se han habilitado nuevos carriles bici. Estos ‘profesores’ viales han ofrecido consejos, material informativo y brazaletes fosforescentes a los ciclistas. Asimismo, en Irlanda se ha prestado especial atención a estas víctimas potenciales. Con el lema ‘A diferencia de tu bicicleta, el tranvía necesita tiempo para detenerse’ emitieron vídeos donde se mostraban las actitudes de riesgo que tomaban algunos ciclistas a la hora de compartir espacio con los convoyes, así como la visión del conductor colocando cámaras delanteras en la cabina de estos medios de transporte.

En Valencia, donde también han sucedido numerosos accidentes, una de las últimas campañas se centró en el uso de los smartphones. Con el nombre ‘el móvil cuando toca’ la Generalitat Valenciana hizo hincapié en que una de las causas de los atropellos reside en el uso de los dispositivos móviles. Con cartelería y montajes visuales querían concienciar sobre la necesidad de prestar atención y evitar accidentes en los pasos a nivel y pasos entre andenes.