Casablanca sale beneficiado en los presupuestos participativos con la creación del Distrito Sur

Al desligarse de Valdespartera, Arcosur, Rosales del Canal y Montecanal, lidera el ranquin de inversión por habitante con 28,81 euros por residente.

Solar que hace las veces de aparcamiento en la calle Embarcadero del barrio de Casablanca.
Solar que hace las veces de aparcamiento en la calle Embarcadero del barrio de Casablanca.
AVV Tomás Pelayo

Los presupuestos participativos de 2018 ya están en marcha y por primera vez se repartirán de manera independiente entre el distrito de Casablanca y el resto de barrios del sur de la ciudad (Valdespartera, Arcosur, Rosales del Canal y Montecanal), que componen el Distrito Sur de reciente creación. En total son 7 millones de euros a ejecutar en dos años entre los 15 distritos urbanos de Zaragoza.

Casablanca se sitúa a la cola del listado con la consignación más reducida: 287.569 euros. Lejos de ser un problema, los vecinos valoran en positivo su independencia del resto de barrios del sur. Actualmente están censadas 9.983 personas y antes de aprobar el Distrito Sur rozaban las 45.000, por lo que tener uno de los montantes más bajos este año se debe a la pérdida de vecinos. Aun así, Casablanca lidera el ranquin de inversión por habitante con 28,81 euros por residente.

“Hay que esperar a ver qué propuestas presentamos y si las cantidades se corresponden a nuestras necesidades, pero en principio estamos contentos porque si hubiéramos estado en conjunto con los barrios del sur probablemente hubiéramos salido perjudicados, como otras veces”, explica Gonzalo Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos Tomás Pelayo de Casablanca.

Martínez se basa en los resultados de la edición anterior de los presupuestos, que achaca en parte a la diferencia generacional, ya que “los barrios jóvenes tienen internet y están familiarizados con los procesos participativos, en Casablanca hay gente mayor que no controla las nuevas tecnologías y muchos se quedaron sin votar las propuestas”. El año pasado, la única petición de la AVV Tomás Pelayo que salió adelante fue el arreglo del alumbrado del aparcamiento de la calle de Embarcadero, con una partida de 68.000 euros.

Hasta el 9 de febrero estará en marcha la primera fase de los presupuestos participativos. En ella se han constituido las mesas y como novedad, previamente al envío de propuestas por parte de la ciudadanía, se realizará una sesión de cada mesa para presentar un diagnóstico de los distritos por parte de Ebrópolis y de las asociaciones vecinales o juntas municipales. El objetivo es realizar un catálogo de posibles intervenciones en el distrito que tendrá en cuenta las reclamaciones históricas.

En Casablanca hay una reivindicación que lleva más de 50 años en el tintero: el solar de la calle de Embarcadero. Ahora sirve como aparcamiento, pero los vecinos han solicitado en repetidas ocasiones que se edifique un polideportivo municipal. Las demoras se deben a su propiedad. A finales de los 90 pertenecía a la Confederación Hidrográfica del Ebro, después pasó a manos del Estado y posteriormente a la DGA. Desde el 2009 ha habido negociaciones entre el Ejecutivo aragonés y el Ayuntamiento de Zaragoza para que el suelo pase a propiedad municipal, pero el proyecto sigue paralizado.

“Sabemos la importancia que tiene como aparcamiento, caben alrededor de 500 coches y es muy utilizado por los vecinos y los ciudadanos de los pueblos que dejan allí sus vehículos cuando se desplazan a comprar o a trabajar a Zaragoza”, dice Martínez, pero la necesidad de un polideportivo público “también existe”, ya que en el distrito cuentan con dos instalaciones de estas características pero de carácter privado (Stadium Casablanca y El Olivar).

Desde la asociación vecinal señalan que “tenemos muchos equipamientos pero privados, lo mismo pasa con los colegios”. En el distrito hay varios centros educativos concertados y privados (Rosa Molas, Montearagón…) y carecen de colegios públicos que según Martínez “se podrían haber levantado en la zona del parque de los Incrédulos o en otros lugares, lo que es increíble es que tengamos una calle llamada Escuela con esta situación”.

Los vecinos tendrán entre el 12 de febrero y el 13 de abril para presentar sus propuestas. Aunque en Casablanca aún tienen que profundizar en el diagnóstico de la situación, hay un problema destacado que es el estado de las aceras de calles como Prado o Centro, “por las que no caben ni dos personas”, recuerda el secretario de la AVV Tomás Pelayo, José Lázaro. También señala que tienen pendiente el arreglo del camino de la Junquera, “que es peligroso y se han quedado sin terminar más de 200 metros de acera”.

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