La sequía deja sin agua el manantial que abastece a los vecinos de Vierlas

El municipio ha tenido que recurrir a un pozo construido para situaciones de emergencia para evitar las restricciones.

La pequeña localidad de Vierlas lleva semanas sin poder recibir el agua desde su habitual punto de captación, el manantial denominado Fuente de la Muga. La sequía lo ha dejado sin agua, pero los vecinos han evitado las restricciones en el abastecimiento gracias a un pozo que se construyó para situaciones de emergencia como esta.

"Este año lo estamos pasando bastante mal con la sequía", reconoce el alcalde de Vierlas, Pedro José Resano. Una situación que ya vivieron en el pueblo hace unos veinte años. En ese momento, la Diputación Provincial de Zaragoza hizo un pozo "para intentar aliviar un poco los problemas que teníamos con el agua de este manantial".

El pozo se ubica en el valle del río Orbo, donde suele haber manantiales superficiales que filtran agua de lluvia y de las acequias. "Es agua de muy mala calidad, y tiene muchísima cal. Además contiene bastantes sulfatos, de los herbicidas que echamos a la tierra" explica el alcalde.

Los vecinos miran el cielo pendientes de precipitaciones que mejoren esta situación, aunque parece que el pozo "podrá aguantar" y no habrá mayores trastornos. Pero la solución definitiva pasa por un ramal desde la nueva canalización que se va a realizar en Novallas. "Espero que se materialice este proyecto del que también se beneficiaría la localidad de Malón, o que nos den agua desde el pantano del Val o de donde sea", reclama, cansado de que el agua sea "un quebradero de cabeza en el pueblo".

Mejoras en las redes

De momento, el Ayuntamiento de Vierlas va a continuar renovando las redes de abastecimiento y saneamiento del casco urbano, con una importante actuación en la plaza de la Inmaculada para evitar pérdidas de agua. "Son redes antiguas, con canalizaciones de fibrocemento y tenemos bastantes fugas, así que a la vez que pavimentamos nuevamente las calles, renovamos redes", cuenta Pedro José Resano.

Pero Vierlas es un pueblo pequeño, incapaz de asumir grandes obras, por lo que las ejecuciones se realizan "poco a poco". En unas semanas arrancará la primera fase de la plaza Inmaculada con cargo al plan Plus de la DPZ y un importe de unos 26.000 euros. "Esperamos terminarlo este año con cargo a este mismo plan, enlazando con un poco de suerte una subvención con otra y que así las obras estén terminadas para las fiestas patronales de agosto, porque si no, no sé dónde vamos a realizar las actividades", adelanta Resano.

Además, esta iniciativa permitirá mejorar la imagen de la plaza principal de Vierlas. "Queremos que sea más vistosa y se hará con paños de hormigón, pero divididos con adoquín negro, intentando hacer dibujos para aparcamientos", afirma el alcalde quien añade que "en esta zona del pueblo los vecinos conviven en su día a día y en las celebraciones". Esta plaza era antiguamente una calle, pero cuando se demolió parte del castillo de tierra quedó más amplia y se convirtió en el centro neurálgico.

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