Arcosur cumple cinco años con un 10% de los 22.815 pisos previstos

Los primeros vecinos llegaron a vivir al barrio hace un lustro. La zona cuenta ahora con 4.000 residentes. Los promotores replantean su plan inicial y priorizarán la edificación junto a las zonas que ya están habitadas.

Vista de Arcosur desde el Cuarto Cinturón, con el bloque más compacto de viviendas y varias parcelas que esperan la llegada de las obras.
Vista de Arcosur desde el Cuarto Cinturón, con el bloque más compacto de viviendas y varias parcelas que esperan la llegada de las obras.
Aránzazu Navarro

Ahora hace un lustro, los primeros ‘colonos’ de Arcosur entraban en sus casas. Muchos aprovecharon el puente de la Constitución para hacer traslados, montar muebles, dar de alta la luz y el agua… Llegaban a un barrio en el que no había ni transporte público ni equipamiento alguno. Por no haber, no había ni papeleras. Tan solo una enorme extensión de terreno al sur de Zaragoza –equivalente a 4,5 millones de metros cuadrados–, sin terminar de urbanizar y salpicada por unos cuantos bloques de viviendas.

Arcosur es un gran desconocido para la inmensa mayoría de los zaragozanos, que apenas miran a este barrio de reojo cuando circulan por el Cuarto Cinturón (Z-40). Desde allí, este mastodóntico desarrollo urbanístico ha cambiado poco en estos cinco años. Las primeras 600 viviendas, cuyas llaves se entregaron en noviembre de 2012, pronto se convirtieron en 2.000. A partir de ahí, en plena crisis inmobiliaria, el crecimiento se frenó casi en seco.

Sin embargo, quienes viven allí sí han podido ver cambios a pie de calle, todos ellos logrados con mucho esfuerzo. Arcosur ahora tiene dos bares, una pequeña tienda para comprar ‘los olvidos’, una peluquería y una guardería –se está construyendo la segunda–. Tiene un potrero para jugar a fútbol y, lo más importante, un colegio en construcción. El autobús, aunque con una frecuencia más que mejorable, les une con el tranvía en Valdespartera, y el año que viene confían en estrenar un centro vecinal. Y, aunque resulte paradójico con las carencias que aún sufre, Arcosur tiene un campo público de golf. Un ‘pitch and putt’ que reúne a no pocos amantes del ‘green’ y del ‘swing’, especialmente los fines de semana.

"Esto es como un pueblo". La frase sale de la boca de casi todos los residentes. Pese a su enorme extensión, y a lo dispersos que están algunos edificios, muchos de los 4.000 vecinos de Arcosur se conocen. Para empezar, porque lucharon y sufrieron juntos para conseguir sus viviendas tras estar pagándolas durante años, en un momento de tremenda incertidumbre en el sector. Y para continuar, porque en el día a día se acaban juntando en los mismos sitios: los parques infantiles y los bares.

Raúl Chueca, presidente de la asociación de vecinos Arqueros, recuerda que cuando llegaron al barrio hace cinco años eran "como una gota de agua en una ciudad de 700.000 habitantes". Sin embargo, resalta que las dificultades han unido a la gente: "Hay cultura de barrio, aquí se siente una vidilla especial por lo que hemos vivido juntos".

Todos admiten que cuando compraron su casa pensaban que el futuro del barrio iba a ser diferente. Cuando se aprobó el plan parcial de Arcosur en 2004, estaba previsto que el barrio tuviera 21.148 viviendas –que en 2014 se ampliaron hasta las 22.815–. Había un plan de desarrollo, pero la crisis lo dinamitó. Ahora, 13 años después, en el barrio hay 2.413 pisos, un 10,5% del total previsto, según las licencias que han salido de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Desde las 1.753 viviendas que se autorizaron en 2009, la tendencia ha sido descendente. Al año siguiente ya solo se tramitaron 255, y desde entonces rara vez se ha superado el centenar.

En paralelo, el barrio ha visto cómo las pocas viviendas que se levantaban en Zaragoza se iban a otras zonas en expansión, como Parque Venecia o Miralbueno. El presente de Arcosur es duro, como refleja la única grúa que en la actualidad se ve en la inmensidad de este sector cuya forma de Arco dio nombre al barrio.

Pese a todo, tanto los promotores como los vecinos ven el futuro con esperanza. Con la sensación de que lo peor ha pasado. Antonio Olmeda, presidente de la junta de compensación que reúne a los propietarios de suelo, cree que Arcosur "en tres o cuatro años podrá empezar a ser el barrio que se proyectó". "Si no lo paralizan o no lo paralizamos, puede tener un nuevo impulso", promete Olmeda.

Se refiere con ello a la nueva planificación que han aprobado tanto el consejo rector como la asamblea de la junta, y que presentarán al Ayuntamiento este mismo mes. El plan prevé que solo se pueda pedir licencia para edificar en las áreas que ya están urbanizadas, es decir, que ya tienen listas las calles y los servicios. Se trata de las dos zonas que están pegadas a Valdespartera y Rosales del Canal. Con este plan de etapas, no se podrán dar permisos para construir fuera de estos sectores hasta que se hayan levantado el 60% de las viviendas previstas en su interior.

Más viviendas

Los promotores confían en que con estos cambios –y conforme se vayan agotando las reservas de suelo en otros puntos de la ciudad–, Arcosur pueda ver cómo se levantan entre 1.000 y 2.000 viviendas al año a partir de 2020. "Es posible", asegura Olmeda. De momento, una constructora ha empezado a comercializar esta misma semana una promoción de 168 viviendas junto a la clínica Montecanal, y otra más prepara un bloque de un volumen similar junto a Valdespartera.

Si las grúas proliferan, la urbanización del barrio –que pagan los propios promotores– podrá avanzar. La inversión prevista en el proyecto de Arcosur, edificios al margen, era de 300 millones de euros, de los que faltan por poner unos 80. Aunque la junta de compensación ha reducido la morosidad, sus socios aún adeudan unos 22 millones, según Olmeda.

Los vecinos recuerdan que a las administraciones les queda mucho por hacer. Mejorar la frecuencia de la lanzadera 59 y dotar al barrio de una línea de bus más, finalizar las obras del colegio, crear un centro cívico, servicios para la infancia o el centro deportivo de Valdespartera son algunas de las peticiones que harán este año a los Reyes Magos.

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