El consejero de Economía y Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, ha explicado que tanto él, como la concejal de Movilidad del consistorio, Teresa Artigas, "vamos a hacer todo lo posible" para que la huelga de conductores del tranvía "pueda ser desconvocada antes" de las Fiestas del Pilar.

Estos trabajadores han convocado paros parciales los martes, jueves y sábados del mes de octubre, lo que afectará a la celebración del Pilar por lo que Rivarés ha comentado que en caso de no lograr que se desconvoquen, trabajarán para que tenga las "mínimas afecciones" en unos días que son "muy importantes festiva, cultural, social, turística y económicamente" para la ciudad.

En declaraciones a los medios de comunicación, tras firmar un convenio con el Gobierno de Aragón, el consejero municipal ha asegurado que van a poner "todo el esfuerzo necesario" para que se resuelva este conflicto.

No obstante, ha advertido de que las reivindicaciones de los trabajadores "son justas" y ha subrayado que afectan "a una empresa privada" ya que el Ayuntamiento de Zaragoza es propietario del 20 por ciento de la misma, pero el otro 80 por ciento corresponde a Acciona, Avanza e Ibercaja.

Afecta a la ciudad

El consejero municipal ha remarcado que "es un conflicto privado" que "afecta a la ciudad" y por eso "es responsabilidad del ayuntamiento hacer todo lo que pueda para que no ocurra y, si ocurre, minimizarlo".

Ha añadido que los trabajadores "tienen reivindicaciones que la empresa debe escuchar y atender en su justa medida", para criticar que en algunos sectores "conservadores" de Zaragoza exista la "costumbre" de "aprovechar cualquier cosa para atacar al gobierno de la ciudad".

"Este es un conflicto interno que en primera instancia tiene que resolver la empresa privada con sus empleados", si bien el Ayuntamiento está interviniendo "desde el viernes pasado" para que se solucione "lo más rápido y eficazmente posible" por el "bien de la ciudad".

Rivarés ha agregado que es un "signo de este equipo de gobierno" apoyar también "el bien de los trabajadores", para esgrimir que los conflictos "no son malos en sí mismos", lo negativo es que "no seamos capaces de superarlos".