El Gobierno central ha encargado la redacción de un nuevo estudio que detecte los desperfectos que presenta el cuartel policial de Mayandía de Zaragoza, y señale las reparaciones necesarias dado su precario estado. En concreto, la Dirección General de Policía ha solicitado un informe “de determinación de patologías, ensayos, pruebas de resistencia y propuestas de actuación”.

Así lo ha transmitido el Ejecutivo de Mariano Rajoy en una respuesta escrita en el Congreso a la pregunta formulada por el diputado de Ciudadanos Rodrigo Gómez, donde ni se establecen plazos ni se reserva partida económica para la rehabilitación del inmueble, en el que trabajan 650 agentes de la capital aragonesa. Según el texto remitido, las “obras pertinentes” se ejecutarán “cuando la disponibilidad presupuestaria lo permita”.

Una postura que no ha gustado nada en el partido naranja. Gómez se ha mostrado “indignado por la falta de compromiso y preocupación del Gobierno ante la urgente y necesaria reforma del cuartel”. Tampoco entre los sindicatos policiales. Desde UFP Aragón lamentan que desde Madrid “sigan haciendo oídos sordos” al estado del edificio, retrasando las obras con informes que “ya existen”.

De hecho, la propia Secretaría de Estado de Seguridad alertó en 2015 de la “muy deficiente” conservación del edificio a través de un voluminoso informe que evidenció lagunas de seguridad impropias para un edificio de tales dimensiones y con actividad policial en su interior.

El año pasado, otra inspección técnica emitió un informe “desfavorable” del cuartel, al presentar importantes deficiencias en “la mayoría” de los aspectos analizados por los arquitectos. En ese mismo documento se cifraba en unos 1,7 millones de euros el coste de acometer las reformas básicas necesarias para que el edificio pueda cumplir su función con todas las garantías de seguridad.

Finalmente, fue el Servicio de Inspección del área de Urbanismo del Ayuntmiento de Zaragoza el que detectó defectos de conservación que, entre otras consecuencias, han derivado en la caída de cascotes a la vía pública y al patio interior, utilizado como aparcamiento de los vehículos policiales.

El cuartel fue inaugurado en octubre de 1945 y en su interior trabaja a diario prácticamente la mitad de la plantilla de la Policía Nacional de Zaragoza. La mayoría de los trabajadores pertenecen al área de Seguridad Ciudadana y de las Unidades Especiales, así como a la comisaría Centro y a delegaciones administrativas como las destinadas a formación. Además, es el garaje de todos los vehículos policiales de la Jefatura en la ciudad.