Haize, la brújula inteligente para los ciclistas urbanos

El concepto surgió como lo hacen muchos de los que llegan a ser grandes ideas. Una persona se encuentra con un obstáculo tonto en su día a día y se pregunta por qué nadie ha inventado ya una solución. Solo que esta vez los que se planteaban la pregunta no eran del tipo de personas que creen tener una idea brillante y la aparcan a la espera de que se le ocurra a algún otro con más iniciativa. Esta vez eran dos 'ingenieros inventores', como ellos mismos se definen, y andaban sobrados de ingenio y de visión práctica.

El problema era el siguiente. Javier Soto, un tudelano que vive en Londres, había roto ya varios móviles por utilizarlos como GPS mientras se desplazaba en bicicleta. La ciudad es grande, resulta difícil conocerla toda y no viene nada mal una ayudita para saber cómo llegar a cada sitio nuevo. Pero claro, los accidentes ocurren e, igual que a quien friega se le rompen los platos, a quien va en bici, se le va la rueda de vez en cuando. Javier, frustrado, se pregunta por qué no existe una brújula como la de Jack Sparrow. Esa con cualidades mágicas que en vez de marcar el norte apunta exactamente a donde quieres ir. Por supuesto, la quiere barata. Algo que no haga tanto duelo ni sea tan delicado como un teléfono móvil o un GPS.

Le comenta el problema a Luis Antonio Martín, su amigo e inventor zaragozano, y en un plis, plas: zash; habían creado un perfil en la plataforma de financiación colectiva de proyectos creativos Kickstarter. ¿Qué buscaban? Personas dispuestas a pagar 80 euros por una brújula ciclista que todavía no existía. Y las encontraron. Fundamentalmente en Nueva York, Londres y Berlín. En menos de un mes, 1.000 personas habían comprado el invento no inventado con la esperanza de recibirlo recién salido del horno en menos de un año. Esto ocurrió en diciembre de 2015 y Javier y Luis se encontraron con 80.000 euros y la posibilidad de hacer su proyecto realidad.

Haize, la brújula inteligente

Casi han pasado ya once meses y parece que el tesoro del pirata del Caribe va a devaluarse. Haize, la brújula inteligente, está a puntito de salir de fábrica. Primero serán solo 50 unidades que se enviarán a 50 'beta tester' de distintos países. Esos primeros usuarios la acoplarán al manillar, se descargarán la aplicación necesaria y conectarán el bluetooth de sus teléfonos. Voilà, todo listo para poner a prueba la 'navegación minimalista para los ciclistas urbanos' que dice ofrecer Haize. Si detectan errores o problemas, los reportarán para que Luis, Javier y los 'inventores de garaje' de La Magdalena (Makeroni Labs) terminen de poner a punto a Haize antes de presentárselo a sus 1.000 primeros padres.

En principio Haize no es un GPS, es una brújula, así que apuesta por la 'navegación humana'. No te dice dónde girar ni qué calle tomar. Sólo te indica en qué dirección está tu destino final. Tú decides qué camino seguir para llegar hasta allí. Puedes dar rodeos, seguir rutas singulares o descubrir parques por gusto sin tener la sensación de andar nunca perdido. ¿Las indicaciones? Las más simples posibles: puntos de luz en la pantalla. Pero los menos intrépidos, tranquilos, Haize ofrece otro modo de trabajo que sí da indicaciones a modo GPS. No aparece un mapa como tal pero las luces led te indican cuándo te toca girar si un día no te apetece explorar por la ciudad.

La aplicación móvil que hay que descargarse es gratuita y tiene cargado el mapa mundi de la bici. Incluye, según asegura el inventor zaragozano, todas las rutas para bicicleta de todas las ciudades del Globo.

¿Proyección? Mucha. De momento no es un proyecto empresarial pero el prototipo ya ha sido elegido como finalista de los premios de diseño James Dyson Award entre cientos de proyectos de todo el mundo. Además, ha ganado el premio European Youth Awards en la categoría dedicada a las energías renovables y sus creadores viajarán en diciembre a la final del certamen. A nivel local, quedaron finalistas en los premios Idea que convoca el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Aragón (CEEI Aragón).

¿Y opciones de futuro? Pues también. El equipo ya ha desarrollado una pulsera para poder llevar el mismo invento en la muñeca mientras se practica senderismo. También se han puesto en contacto con Niantic, la empresa desarrolladora de Pokémon Go, para proponerles utilizar Haize como radar Pokémon. El abanico de posibilidades es muy amplio, empezando por la bici y pasando por juegos de pistas, el sector educativo y campamentos infantiles… Los inventores de Haize dicen no cerrarse puertas.