"Se puede comer bien y barato en el comedor"

El colegio Agustina de Aragón inaugura su nueva cocina y cambia de catering a autogestión.

El colegio Agustina de Aragón ha inaugurado este martes su nueva cocina y sistema de gestión.
El colegio Agustina de Aragón ha inaugurado este martes su nueva cocina y sistema de gestión.
Daniel Marcos/Ayuntamiento de Zaragoza

Arroz a la campesina, pollo asado y fruta. Este ha sido el primer menú del nuevo comedor del colegio Agustina de Aragón, en el barrio de Parque Goya en Zaragoza. Padres, niños, representantes escolares y políticos se han juntado este martes para comer y celebrar la inauguración de la nueva cocina. El colegio es uno de los pioneros en el cambio del modelo de catering con línea fría (el de la mayoría de los centros de Aragón) a cocina propia con autogestión.


Las quejas por la calidad de la comida y el sistema de línea fría (la comida se cocina en naves centrales, se guarda en frío y se distribuye a los centros una vez a la semana, donde se calienta al vapor antes de comer) habían llevado en los últimos años a varios centros a plantearse alternativas para los comedores escolares. El Agustina de Aragón es el primero que da el paso. El nuevo Gobierno autonómico y la finalización del contrato de comedores (está prorrogado por unos meses) han facilitado el cambio.


"Nuestro colegio y nuestras familias siempre han estado muy concienciados con el tema del comedor. Desde el segundo año de vida del colegio existe una comisión de comedor y las quejas y peticiones a la empresa de catering que nos servía eran continuas. Cuando supimos que la nueva administración iba a potenciar la construcción de cocinas propias en los colegios y la gestión por parte de las asociaciones de padres, nos pusimos manos a la obra y preparamos un proyecto. Éste ha sido un ejemplo de trabajo en equipo y colaboración absoluta entre en equipo directivo del centro y las familias", asegura la presidenta de la asociación de padres y madres, Belén González.


El colegio y las familias han asumido las obras de la cocina. Para poner en marcha el proyecto, el colegio ha aportado 70.000 euros que tenía de superávit del servicio de comedor de años anteriores. La asociación de padres y madres pone 27.000 euros, de los que ya ha conseguido reunir 21.000 gracias a microcréditos. Más de 120 familias del centro han aportado dinero para financiar la obra y el AMPA se ha comprometido a devolverlo en junio de 2017.


A partir de este curso, una comisión gestora organizará la compra y cocinado de alimentos, así como la contratación del personal necesario (como cocineros y monitores de comedor). "Se puede comer bien y barato en los comedores escolares si se usan materias primas procedentes de proveedores de confianza y de cercanía, y se cocina en el propio centro. La calidad no tiene nada que ver con la de la comida preparada procedente de lugares lejanos y calentada al baño maría. En nuestro caso, el problema no vendrá del precio de la comida, sino de la gran cantidad de gastos que tendremos que afrontar en el primer año", afirma Belén González.


Las familias pagarán lo mismo que en el resto de colegios de Aragón: 86 euros al mes. La gran novedad es la autogestión y la cocina in situ. En Zaragoza, otros seis colegios se encargan de gestionar directamente sus comedores: el Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, César Augusto, Eliseo Godoy, Tío Jorge y San Braulio. También lo hacen una decena de colegios de Huesca, como el de Aínsa, que utiliza muchos alimentos ecológicos.


Mientras, los colegios, las familias, las empresas de catering y las monitoras de comedor siguen esperando la licitación del nuevo contrato de comedores escolares de la provincia de Zaragoza. El anterior convenio finalizó en junio y la DGA ha decidido prorrogarlo unos meses más. El borrador del nuevo concurso contemplaba mejoras en la calidad y la reducción de la ratio de alumnos por monitora de comedor.

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