“Hay que trabajar para quitar la imagen de pena que aún se tiene de los discapacitados”
El proyecto Ocio Inclusivo del Arrabal se consolida como vía para fomentar la integración del colectivo. También han participado en las fiestas del barrio.
Si había que pintarse la cara se la pintaban, si había que bailar se bailaba y si había que chinchar a los vecinos, pues también. Los usuarios del programa Ocio Inclusivo del Arrabal participaron esta semana en la cabalgata del pregón que abrió las fiestas del barrio, un acto dentro de un programa anual que se ha consolidado como una actividad de referencia en la ciudad para fomentar la inclusión de las personas con discapacidad intelectual.
Todo comenzó hace un año y medio, cuando Iria Cebrián, trabajadora social vinculada al Arrabal y con un familiar con discapacidad intelectual residiendo en el barrio, se dio cuenta de las carencias de los centros de tiempo libre para con estas personas. Así, gracias a la participación de voluntarios de distintos puntos de Zaragoza, se puso en marcha este programa por el que 11 personas con discapacidad intelectual severa disfrutan de actividades culturales, educativas y de ocio organizadas en el barrio.
Nuestra filosofía es trabajar un ocio inclusivo real, dentro de actividades ya programadas de interés, y si no hay en el barrio vamos a otros puntos de Zaragoza, sostiene Iria quien subraya que es un programa que se hace en el Arrabal, pero está abierto a usuarios de toda la ciudad.
11 chavales participan en este programa en el que son acompañados por 13 voluntarios en cada actividad, aunque la lista de voluntarios en espera supera los 25.
Entre semana van a centros y tienen mucha actividad, pero el fin de semana hay familias que a veces no saben qué actividad realizar con ellos. A veces cuando estos chavales cuando se emocionan lo expresan con un grito o tienen determinadas reacciones que sus familias no saben gestionar, y nosotras trabajamos en eso, comenta Iria, coordinadora junto con Marta Mira y el propio presidente de la Asociación de Vecinos, Rafael Tejedor de un programa que trata de promover la inclusión real y además la convivencia intergeneracional.
Aunque la sociedad ha cambiado mucho, Hay que trabajar para quitar la imagen de pena que aún se tiene de los discapacitados y hacer ver su potencial y su valía, apunta la voluntaria.
Gracias a la confianza depositada por los padres, el proyecto se ha consolidado. El año pasado, en el marco de este programa de Ocio Inclusivo se impartió un curso sobre intervención social desde la inclusión compatible con créditos universitarios. El próximo día 21, se impartirá a todos los voluntarios del programa una formación especial en primeros auxilios.
