Fuentes de Ebro busca salvar del abandono el pueblo viejo de Rodén

El Ayuntamiento ha recibido una subvención de la DPZ para iniciar las obras de consolidación del conjunto destruido durante la Guerra Civil y declarado BIC

Alfonso Soro y Cristina Palacín, frente al Pueblo Viejo de Rodén
Alfonso Soro y Cristina Palacín, frente al Pueblo Viejo de Rodén
Aránzazu Navarro

El pueblo viejo de Rodén, en Fuentes de Ebro, fue escenario de diversos episodios bélicos de trascendencia histórica, que supuso su destrucción en 1937. Tal y como quedó en la Guerra Civil permanece hoy. Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto de Interés Cultural por la DGA en 2017, mantiene su entramado urbano, así como el castillo y la iglesia de San Martín. Ahora, y para evitar que estas ruinas terminen desapareciendo, el Ayuntamiento va a acometer unas obras de consolidación, gracias a una subvención de la Diputación de Zaragoza.

La institución provincial, con cargo al plan de ayudas para la restauración de bienes inmuebles de propiedad municipal, aportará 83.980,13 euros en dos anualidades, de un presupuesto estimado de 119.971,61 euros. Este será el coste de la primera fase de una ambiciosa actuación que, según recoge el plan director, asciende a 1,4 millones de euros para intervenir en este espacio.

El Ayuntamiento está pendiente de recibir la autorización de Patrimonio para iniciar los trabajos. El plan director, según explica la Cristina Palacín, concejal de Hacienda y Promoción de Empleo y diputada provincial de Cultura, recoge la necesidad de realizar una intervención de urgencia para consolidar un patrimonio histórico-artístico y la trama urbana. En la torre ya se trabajó en 2014-2015 con ayuda de la institución provincial. Ahora, la declaración de Rodén como BIC, "ha acelerado su restauración", dice el concejal de Cultura, José Manuel Monforte. En su opinión, "es el reconocimiento oficial legítimo a hacer una intervención para que el deterioro no sea mayor".

El plan director recomienda actuar para consolidar el castillo y que no se desplomen la bóveda y los muros laterales. Y en la iglesia aconseja trabajar en la nave. También habrá que retirar los escombros que se amontonan en este conjunto. Alfonso Soro, vecino de Fuentes de Ebro, creó hace seis años la asociación Torre de Rodén para velar por este patrimonio. Según apunta: "Nuestro objetivo inicial era salvar la torre, y de ahí el nombre, porque es la única en el mundo hecha de alabastro". Su misión, sin embargo, ha ido más allá para rescatar el pueblo viejo del olvido: "Pedimos que en la retirada de elementos y escombros se extreme el cuidado por los restos que puedan aparecer".

El Ayuntamiento informa de que, en paralelo a esta actuación, se va a habilitar una zona de aparcamiento para regular las visitas.

Del turismo gastronómico al patrimonial

Fuentes de Ebro trabaja en un plan director de turismo para dar a conocer los "numerosos atractivos" con los que cuenta, "de una manera respetuosa y sostenible", tal y como resume el concejal de Cultura, José Manuel Monforte. En este sentido, el objetivo sería crear empleo y ofrecer paquetes turísticos.

"Es un pueblo fosilizado de la Guerra Civil y solo hay seis en España. Nunca se ha actuado en él". Para la concejal Cristina Palacín, el plan director apuesta por el turismo bélico pero "desde un punto de vista académico, no emocional". Incluiría también la arquitectura de regiones devastadas. Entre los bienes que ofrece Fuentes destaca el casco urbano y la iglesia de San Miguel Arcángel. También el Festival de Cine (que alcanzará su edición 23), la Semana Santa, el alabastro, el kilómetro 0 de Aragón y la gastronomía, con la cebolla con denominación de origen y la longaniza. 

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