Reside en Santa Eulalia y se desplaza a Zaragoza por trabajo.

Nos establecimos en 2013 en Santa Eulalia de Gállego, el pueblo de mis padres. Soy ingeniero industrial y trabajo como consultor privado y profesor asociado en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza.

¿Es positivo vivir en el medio rural?

Nosotros no estamos en modo de lucha contra la despoblación, sino en modo de repoblación. Queremos cambiar la mentalidad de que la vida en el medio rural también puede ser una vida de éxito social. Vivimos en una sociedad donde el medio rural se percibe como algo secundario, o como un refugio o una última opción de desarrollo personal o profesional, pero hay muchas oportunidades para vivir y disfrutar.

Santa Eulalia, y también Murillo, son municipios zaragozanos que pertenecen a la comarca oscense de Hoya de Huesca. ¿Cómo les afecta la situación geográfica?

A nivel comarcal y administrativo de muchas maneras, somos un territorio frontera. Dependemos del Inaem, Hacienda y Juzgados de Ejea, nuestro centro de salud de referencia es el de Ayerbe, pertenecemos al Obispado de Jaca... Tenemos dos códigos postales. Para ciertas cuestiones de la DGA vamos a Huesca y para otras, a Zaragoza.

O sea, un lío.

Todo el que quieras.

Están a una hora de Zaragoza y a solo media de Huesca. ¿Cómo son las comunicaciones?

Tenemos un autobús directo a Zaragoza, que funciona por demanda, tres días a la semana. Es un buen servicio bastante utilizado. Para defender los servicios lo que hay que hacer es utilizarlos.

¿En qué estado se encuentran las carreteras?

Yo creo que igual que cuando las hicieron hace cien años. El trazado sigue siendo el mismo.

¿El municipio aprovecha el tirón turístico de la zona?

Los motores de turismo son el castillo de Loarre y el río Gállego. En la localidad tenemos 90 plazas hoteleras regladas, entre viviendas de turismo rural y un apartotel. Santa Eulalia ofrece zonas de paseo y de descanso y atrae a visitantes que llegan al territorio. Murillo de Gállego concentra las empresas de deportes de aventura, y muchos turistas vienen a pasar aquí el día.

Ahora han lanzado, de la mano de jóvenes ganaderos, el proyecto Regefost, cuyo objetivo sería convertir en compost los residuos animales y forestales.

Así es. Hay cuatro agricultores jóvenes. Tenemos la iniciativa en ‘stand by’ hasta que alguno termine su granja. Santa Eulalia de Gállego tiene unos 100 habitantes censados, y 56 de ellos somos residentes habituales, la mayoría en edad de trabajar. No es un pueblo envejecido.

Es su segundo mandato como alcalde. ¿Qué proyectos tenía en mente cuando llegó al Ayuntamiento?

Teníamos intención de solucionar el tema del suministro de agua, y vamos dando pasos en ese sentido, pero no depende de nosotros. Y queríamos poner en marcha la residencia de ancianos, que ya está terminada, pero los trámites burocráticos son eternos y la ley de estabilidad presupuestaria nos impide abrirla nosotros y estamos obligados a hacerlo a través de terceros.

¿Cuántos años llevan con la residencia?

Hace 15 o 16 años por lo menos. Se ha ido haciendo por fases. El edificio está terminado desde hace menos de tres. Es necesaria porque en la comarca no hay ninguna plaza libre en residencias.

¿Está en contra del pantano de Biscarrués?

Es un tema polémico, pero el consenso que se ha alcanzado aquí es que no aportaba nada positivo al municipio y nos hemos opuesto junto con los Ayuntamientos de Biscarrués y Murillo.

Sufrieron también restricciones del agua de boca por el lindano.

Nos abastecemos del río Gállego y queremos hacerlo de otro sitio por los problemas de contaminación por lindano. Vivimos aquello con mucha tensión e incertidumbre, pero también con mucha unión para intentar solucionar el problema.

¿Cómo está en este momento?

Tenemos una propuesta de suministro alternativo y buscamos financiación para ello.

¿En qué proyecto trabajan?

En las piscinas, que deberían empezar a construirse el año que viene.

¿Cómo es la gestión municipal?

Los pueblos sufrimos el acoso burocrático al que nos somete la administración, por un papeleo cada vez más creciente y desesperante.

¿Le compensa la alcaldía?

Económicamente no, pero lo haces porque tienes esa vocación de servicio y mientras me sigan eligiendo o no me rinda yo seguiré.