Finaliza la excavación arqueológica en la ciudad celtibérica de Bursau

Para finalizar esta segunda campaña se ha realizado una jornada de puertas abiertas.

La campaña se realiza en el cerro del Esquilar, un paraje considerado bien de interés cultural.
En busca del pasado en la antigua Bursau
Ó. Bonilla

La excavación arqueológica en el yacimiento del Cerro de la Cueva Esquilar, en el que se han localizado los orígenes de la ciudad de Borja (Zaragoza) en la I Edad del Hierro, ha finalizado este sábado, 11 de agosto, con una visita guiada en la zona.

Tras los buenos resultados de la primera campaña de excavaciones en 2017, el Ayuntamiento de Borja ha querido continuar apostando este año por la investigación de los restos arqueológicos de la antigua ciudad celtibérica de Bursau.

El equipo de investigación dirigido por el investigador del área de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, Óscar Bonilla, y los arqueólogos Begoña Serrano y Ángel Santos, está compuesto por un total de 20 personas, entre profesionales y estudiantes de las universidades de Zaragoza, Granada, Jaén y la Autónoma de Madrid.

Durante la jornada de puertas abiertas, que ha dado comienzo a las 10.30 en el Parque de las Bodegas, los visitantes han podido conocer de primera mano los resultados de la excavación arqueológica, que han permitido documentar distintas fases de ocupación en el Cerro de la Cueva Esquilar entre el siglo VI al siglo I antes de Cristo.

Los trabajos realizados este verano se han centrado en ampliar la zona excavada en los años 1978 y 1979, así como en 2017, y en realizar dos nuevos sondeos en diferentes zonas de la ciudad para delimitar su extensión y las diferentes fases de ocupación.

En los sectores 1 y 2 se han documentado las estructuras defensivas del siglo I antes de Cristo, compuestas por gruesos muros de piedra con alzado en adobe correspondientes a la zona septentrional del sistema defensivo de la ciudad de Bursau durante las guerras civiles romanas.

En este contexto se han recuperado además diversos materiales arqueológicos relacionados con el sistema de fortificaciones como ánforas itálicas de vino y aceite y armamento, entre el que destaca una espada de hierro.

En la parte más oriental del cerro se ha practicado un sondeo de cuatro metros cuadrados para poder comprobar la extensión del yacimiento en este sector. Se pudo localizar un muro de la I Edad del Hierro, asociado a dos pavimentos de tierra batida sobre los que se recuperaron un lote de cerámicas pulidas y gran cantidad de semillas carbonizadas.

Ocupación celtibero-romana

Con el objetivo de completar la información sobre la ocupación del Cerro del Esquilar, en esta segunda campaña se planteó otro sondeo de cuatro metros cuadrados en la zona occidental del yacimiento que ha permitido constatar la continuación de la ocupación celtibero-romana en este sector.

Bajo un gran derrumbe de adobe en el que se han documentado numerosos fragmentos cerámicos con cronologías entre los siglos II y I antes de Cristo, entre los cuales se hallan tanto producciones locales como importaciones itálicas, han podido localizarse evidencias de pintura mural.

Junto con los trabajos de excavación arqueológica se ha continuado con la consolidación y restauración arqueológica de las estructuras excavadas en los años 70 y en la campaña de 2017, destacando la aparición de vigas y tableros de madera en buen estado de conservación. Debido a la composición del terreno, estos materiales orgánicos han podido conservarse hasta la actualidad, aportando datos sobre las técnicas constructivas en la antigüedad.

Este proyecto se halla inserto en los objetivos el Grupo de Investigación 'Primeros Pobladores del Valle del Ebro' del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón, de la Universidad de Zaragoza, y está financiado íntegramente por el Ayuntamiento de Borja.

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