Las calles de Daroca recuerdan parte de su historia en el medievo

Vecinos y visitantes disfrutan desde el pasado viernes y hasta este sábado por la noche de los cerca de 40 actos que componen el programa de la XIX Feria Medieval de Daroca, una cita que en ocasiones anteriores ha llegado a reunir a entre 7.500 y 8.000 personas, según cálculos del Departamento de Turismo de la ciudad. Durante la mañana, la calle Mayor ha estado repleta de gente que pasaba por los diferentes puestos del mercado, bajo un sol intenso.

"Es uno de los eventos de este tipo más antiguos. Ya se hacía en los 60, y se volvió a recuperar con el auge del éxito que ha tenido la leyenda de los Amantes", explicaba Pascual Sánchez, colaborador del Archivo Histórico Municipal. Para la responsable de Turismo, Pilar Gómez, "con el paso del tiempo ha ido adquiriendo importancia y ahora hay mucha implicación vecinal". Esta cita está declarada fiesta de interés turístico de Aragón.

Así, esta feria recurre a varios episodios históricos vividos en la ciudad para hilar todo un fin de semana en el que el ambiente medieval domina todas sus calles. La leyenda de "La Morica Encantada", la recreación de "La batalla de los Dos Pedros" o la entrada de los Corporales en la ciudad son algunos de estos episodios. "A raíz de la batalla de los dos Pedros, la ciudad fue un enclave privilegiado en el que convivían tres culturas", remarca Gómez.

Desde Zaragoza había llegado, Laura Catalán, acompañada de su madre, su hija y su marido: "Daroca nos atrae bastante, vimos que era la Feria y nos apetecía verlo". "Habíamos venido otras veces, pero no durante estas jornadas, y nos está gustando mucho", reconocía. Para Agurne Sánchez, de Guipúzcoa y con raíces darocenses, la Feria es casi una cita obligada: "Mi padre es de aquí y procuramos venir para estas fechas porque hay mucho ambiente, espectáculos, música, puestos…".

En el caso de Cristina, de Alicante, reconocía que suele ser una oportunidad para visitar la localidad: "Nuestro hijo está aquí y ya hemos venido otros años para ver la ciudad y pasar el fin de semana con él". También reconoce que estos días también los aprovechan para, además de ver la Feria, "que es muy curiosa", pasar por algunos pueblos de los alrededores.

Pero sobre todo, en las calles hay muchos vecinos, algunos de ellos vestidos con arreglo a la época. "Llevamos 10 años vistiéndonos, y lo hacemos por estar dentro del ambiente y pasarlo bien", explicaba José Vicente Moya, quien reconocía que "estos días te juntas con los amigos, comes por ahí y hay muchas cosas para los críos". De igual forma Marcos Antonio Barquín, asume que el vestirse es para "hacer algo diferente e integrarte". Para su hija Noive, es hacerlo "para no perder la tradición". Sin prendas de la época pero recorriendo el mercado Alfonso Blas, Arcadio Agustín y Eva Ruiz valoraban que "hay más animación y las calles están muy engalanadas".