Elevada afluencia de bañistas a las recién inauguradas piscinas de Pinseque

Las nuevas instalaciones abrieron el pasado día 22 de junio, tras cinco años de obra y más de un millón de inversión

Numerosos usuarios acuden estos días a las nuevas piscinas municipales de Pinseque.
Numerosos usuarios acuden estos días a las nuevas piscinas municipales de Pinseque.
Raquel Labodía

Las nuevas piscinas municipales de Pinseque abrieron sus puertas hace poco más de una semana y, en estos primeros días, ya se han multiplicado los abonos de temporadas anteriores. El alcalde, José Ignacio Andrés, explicó que había "mucha expectación" por estas instalaciones y era una demanda de la población, ya que el anterior complejo estaba obsoleto, tenía problemas de aparcamiento y se encontraba, además, alejado del centro histórico de la población.

Las piscinas se inauguraron el pasado 22 de junio, tras cinco años de obras y una inversión de un millón de euros financiada al 60% por la Diputación de Zaragoza. Se encuentran ubicadas junto al colegio público (donde se está desarrollando la escuela de verano), el pabellón de deportes y el espacio multiusos. "Se trata –apuntó el responsable local– de complementar la centralización de servicios y hacerlo con buen aparcamiento", para dar respuesta a los vecinos de todos los núcleos de población.

Andrés trasladó su satisfacción por la puesta en marcha de este equipamiento, "fundamental" para los vecinos de Pinseque: "Las piscinas antiguas fueron las primeras de la mancomunidad Bajo Jalón Ebro, pero se habían quedado obsoletas porque se construyeron en los años 70 y desde entonces Pinseque ha pasado de tener 1.200 habitantes a superar los 3.800 vecinos empadronados".

El primer fin de semana en uso hubo jornada de puertas abiertas, para que tanto los habitantes del municipio como de localidades próximas pudieran ver cómo habían quedado las piscinas y disfrutaran de las instalaciones. Solo entre el lunes 25 y el martes 26 de junio se emitieron 650 abonos de temporada, una cifra similar a la alcanzada en todo el verano de 2017. A esta cantidad hay que ir sumando los nuevos usuarios que vayan acudiendo a la piscina días sueltos o adquieran otros bonos a lo largo de la época estival.

Las obras se iniciaron en el año 2013 en unos terrenos que fueron permutados con el Arzobispado de Zaragoza y se han ejecutado en cinco fases. "Las instalaciones han quedado magníficas, son totalmente accesibles y además tienen un diseño distinto a lo habitual", subrayó el alcalde.

De hecho, el vaso grande tiene distintas profundidades, una isla central y una forma que combina las líneas rectas con las curvas. Además, permite entrar en el agua por una rampa, lo que la hace totalmente accesible para las personas con discapacidad. Junto a ella está la piscina de chapoteo, y alrededor de ambas se extiende la zona verde. El edificio que alberga el bar tiene también una enfermería, una zona de control de accesos y la terraza.

E. P. B.

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