Llamar "muerto de hambre" a un guardia civil en Villamayor puede costarle 3 años de cárcel

Molesto porque un taxista se negó a llevarlo a casa cuando terminó la fiesta de los quintos, un vecino de La Puebla de Alfindén de 24 años acabó lesionando al agente y llamándolo "chusma". La acusación pide ahora para él tres años de cárcel y 8.000 € de indemnización.

El juicio se celebrará en la Ciudad de la Justicia.
El juicio se celebró ayer en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza
Oliver Duch

El grave altercado que provocó a la conclusión de la fiesta de los quintos de Villamayor sentó ayer en el banquillo de los acusados a Lucas B. P., quien podría pasar hasta tres años en prisión por herir a un guardia civil y llamarlo "chusma" y "muerto de hambre". Los hechos se produjeron sobre las ocho de la mañana, instantes después de que un taxista se negara a llevar a casa al encausado y a un par de amigos por entender que habían consumido demasiado alcohol. Según la Fiscalía y la acusación particular, los jóvenes reaccionaron profiriendo todo tipo de insultos y amenazas contra el conductor, así como lanzando patadas contra su vehículo, circunstancia que obligó a intervenir a las patrullas de la Benemérita.

Cuando redactaron el atestado, los agentes intervinientes explicaron que el 9 de abril de 2017 fueron enviados a la localidad de Villamayor para evitar altercados de orden público a la conclusión de la discomóvil. Y en ello estaban cuando se les acercó el taxista para pedirles ayuda, señalando a los tres individuos que supuestamente le estaban amenazando. Al ver acercarse hacia a ellos a los guardias civiles, dos de los jóvenes se escabulleron entre la multitud. Sin embargo, los agentes lograron identificar al ahora acusado, de 24 años y vecino de La Puebla de Alfindén.

Al enterarse de que el taxista lo había delatado y sin importarle que delante se encontrara la patrulla, Lucas B. P. comenzó a gritar al primero: "Eres un puto muerto de hambre"; "ganas una mierda, lo que yo gano en un mes tú no lo ganas en tu puta vida". Según los funcionarios, aquello provocó un gran revuelo, ya que se encontraban delante de la parada del autobús y allí había al menos otros 30 jóvenes. Entre ellos, varios conocidos o amigos del alborotador.

De la tensión que se generó en aquel momento dan cuenta expresiones como: "Pocos de vosotros han matado los de ETA". La escucharon los agentes mientras trataban de tranquilizar al acusado, advirtiéndole de que podría estar cometiendo una infracción. Sin embargo, en lugar de deponer su actitud, el vecino de La Puebla de Alfindén continuó insultando a los agentes: "Sois unos muertos de hambre"; "Yo estudio en Londres y allí no llegan las multas"; "Tengo dinero para enterraros a todos"; "Fuck you, que os follen".

Y de las palabras, el joven pasó a la acción, arremetiendo a cabezazos contra los guardias civiles. No llegó a alcanzarlos, pero estos tuvieron que proceder a reducirlo. Fue entonces cuando el encausado retorció el dedo gordo de la mano izquierdo a uno de los funcionarios, provocándole una lesión que lo mantuvo alejado del servicio 53 días y que le ha dejado como secuela una limitación de movimiento de dicho dedo.

Por estos hechos, la Fiscalía acusa de un delito de resistencia y otro de lesiones, por lo que solicita 10 meses de prisión y una indemnización de 5.060 euros. La acusación particular, a cargo del letrado José Cabrejas, eleva la petición de cárcel a 3 años y propone una compensación económica de 8.000 euros. Durante su declaración, el acusado se limitó a decir ayer que no recordaba nada.

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