Un total de 360 personas, multadas al mes por entrar sin pagar en el autobús o en el tranvía

Más de 360 personas son multadas cada mes por entrar sin pagar al bus o al tranvía. Así se deduce de los datos de Avanza y Los Tranvías de Zaragoza, cuyos inspectores velan a diario por evitar el fraude en el transporte público de Zaragoza.

En ambos casos, la multa es de 50 euros, aunque la cuantía se reduce hasta los 30 si el infractor paga antes de ocho días. En 2016, 3.446 usuarios fueron sorprendidos sin billete en uno de los Urbos 3, a razón de 287 al mes, de media. Se trata de un dato "similar" al de ejercicios anteriores, según explicaron fuentes de Los Tranvías. En 2014, primer año completo de la línea 1, se cursaron 3.392 sanciones, una diferencia de apenas el 1,5% respecto a los últimos datos disponibles.

Para analizar los del bus urbano hay que fijarse en ejercicios como 2014, ya que la última huelga, la más larga de la historia, empaña los de 2015 y 2016, según apuntaron desde Avanza. Hace tres años apenas se contabilizaron 361 multas, cifra que contrasta con los 539 casos detectados hasta el 31 de julio de este año. Aunque el dato tiende a incrementarse en los meses de mayor demanda, la estadística dice que, de media, se cuelan unos 77 usuarios cada 30 días.

Las incidencias se registran a diario. En el autobús hay una media de dos y en el tranvía, de nueve. A este ritmo, 2017 podría terminar con más de 4.000 usuarios multados. La recaudación total rondaría los 200.000 euros. Sin embargo, son muchos los que se aplican y deciden acogerse a los descuentos por pronto pago.

Las cifras evidencian que se multa más por colarse en el tranvía que en el autobús. Aquí han de tenerse en cuenta factores como el número de puertas de cada medio de transporte (en el bus solo se puede subir por la del conductor). Tanto Avanza como Los Tranvías asumen que el número de personas que se cuelan es mayor que lo que reflejan las estadísticas, ya que se cree que entre el 2% y el 3% de los usuarios que suben al transporte público lo hacen sin pagar y sin ser descubiertos. No obstante, ambas empresas sostienen que el dato no es excesivamente elevado si se tienen en cuenta los millones de usos que se registran al cabo del año.

Fuentes de Los Tranvías insisten en que el fraude ha sido "bastante bajo" desde el inicio de la línea 1, algo que achacan "al civismo de los zaragozanos" y al precio del billete (más bajo que en otras ciudades). Señalan, por otra parte, que durante las 19 horas diarias de servicio del tranvía "siempre hay al menos un inspector".

Hay casos en que los infractores son reincidentes. Otros, directamente, se han convertido en auténticos profesionales del ‘sinpa’, de ahí que estas empresas no sean muy partidarias de desvelar las rutas de sus inspectores o los puntos que registran mayores incidencias el cabo del año.

Tipos de incidencias

En el bus urbano suelen darse dos tipos de incidencias. Las primeras se centran en las tarjetas recargables. Si el revisor comprueba que un usuario no ha abonado el billete, la multa es de 50 euros.

"Si la persona en cuestión no se quiere identificar se avisa a la Policía Local", explicaron fuentes de Avanza. Señalaron, asimismo, que en caso de que un usuario se niegue a pagar una vez transcurrido el plazo reglamentario "se da parte al Ayuntamiento".

Tampoco está permitido viajar con el abono transporte de otra persona. Si se comprueba que el rostro del usuario no se corresponde con el que aparece en la tarjeta "se le retira y se le multa". "Supone una negligencia", apuntaron fuentes de Avanza.

El régimen sancionador del tranvía admite el pago voluntario inmediato de las multas. Si, por el contrario, el infractor se niega a facilitar sus datos, los inspectores pueden pedir auxilio a la Policía Local y hacerlo constar en la denuncia. En caso de que el viajero quiera continuar su viaje deberá abonar o validar el billete correspondiente en presencia del inspector. Si no, está obligado a bajar en la siguiente parada.