Jesús Morales: "El Ebro y la carretera N-232 son motivos de preocupación para Quinto"

Tiene 30 años y era técnico auxiliar de Juventud de la Ribera Baja del Ebro hasta que, en las pasadas elecciones, ganó la alcaldía por el PSOE. Es consejero comarcal de Turismo.

Morales, frente a la fachada del Ayuntamiento de Quinto.
Jesús Morales: "El Ebro y la carretera N-232 son motivos de preocupación para Quinto"
Oliver Duch

Quinto se remonta a los romanos.

Su nombre viene de la palabra latina ‘quintus’, que significa quinto, y hacía referencia al quinto miliario, una unidad que usaban los romanos para medir las calzadas. Había una distancia de cinco miliarios hasta la colonia de Lépida Celsa, en Velilla de Ebro.

Aunque su primera documentación data de 1118.

Así es. También hay constancia de un hecho ocurrido en 1149, cuando la acequia se pone en servicio.

El 5 es un número importante.

El 5 de mayo de 1705, el rey Felipe V supuestamente visitó la localidad para entregarle el título de ‘Lealísima Villa’, porque fue de los pocos municipios en Aragón que se posicionó a favor de los Borbones y en contra de los Austrias.

Una inscripción en la antigua iglesia recogía este momento.

En el Piquete había una placa en la que aparecía el texto: "El día quinto del mes quinto del año quinto entró en Quinto Felipe V". Hoy existe una reproducción.

En 1495, Quinto tenía 77 ‘fuegos’ u hogares, unos 350 habitantes. Hoy ronda los 2.000.

Las cifras más altas datan de la década de los 30, justo antes de la Guerra Civil, cuando vivían 2.800 vecinos. Esa cifra fue bajando y ahora rozamos los 2.000.

Fue Quinto de Ebro, pero ya ha perdido el apellido.

Sí, exacto. Se decidió volver al nombre original del municipio, que era Quinto. Y, de hecho, solo fue Quinto de Ebro durante una parte del siglo XX.

¿Y cuál fue el motivo de este cambio de nombre?

Había problemas por el nombre, y también por el escudo. Hubo distintos modelos del emblema hasta llegar al oficial de 2001. También hubo diferentes banderas.

Sin embargo el río sigue estando muy presente en Quinto.

Sí. Tenemos muy presente al Ebro, y es una fuente económica para nuestro municipio, porque riega muchísimas hectáreas de huerta y de monte. No llevarlo en el nombre no quiere decir que lo quieras menos. Zaragoza no es de Ebro y no vive de espaldas al río.

Dedicaron un parque a los voluntarios que estuvieron 20 horas entre el 2 y el 3 de marzo de 2015 levantando una mota para impedir que la riada llegara al pueblo. ¿Cómo recuerda esa jornada?

Con una mezcla de sentimientos. Por un lado, había nerviosismo, miedo y preocupación por lo que podía ocurrir. La huerta estaba perdida, pero el agua podía inundar parte del pueblo. Después pudimos comprobar que gracias a la colaboración de todo el mundo se paró el agua y se consiguió que no afectara al casco urbano. De lo malo hay que sacar lo positivo.

¿Hay que estar siempre pendiente del Ebro?

Al margen de la normativa que lo protege, entendemos que hay actuaciones que hay que hacer de limpieza de cauces, para que pueda discurrir sin obstáculos. El pueblo no puede prosperar si no es haciendo guiños a la agricultura y a la ganadería. El río es motivo de preocupación, como también lo es la carretera N-232.

La travesía de esta nacional supera los dos kilómetros.

La nacional genera vida, pero el precio que tenemos que pagar es menos seguridad y que los fines de semana sea prácticamente imposible cruzar la carretera. No tenemos una autovía que conecte nuestro pueblo y nuestro polígono y, al final, los sitios que se desarrollan son los que están bien comunicados. Difícilmente podemos despegar a nivel industrial.

Quinto forma parte de la plataforma ‘A-68. ¡Ya!’. ¿Qué pasos están dando?

En noviembre, tras seis accidentes entre El Burgo y Quinto, dijimos que había que hacer algo, porque la preocupación es muy alta. En los últimos 12 años han fallecido 41 personas. Queremos que sea una plataforma civil, abierta, plural y al margen de tintes políticos. En Híjar aprobamos un reglamento de funcionamiento interno. No tardaremos mucho en lanzar acciones reivindicativas porque no estamos de acuerdo con lo que recogen los presupuestos.

Las momias halladas en el Piquete se pueden convertir en un reclamo turístico.

Más cerca de lo que mucha gente cree. El edificio es una joya y lo que ha aparecido dentro también puede llegar a serlo.

Será un museo único.

Es un proyecto singular y propio. Veríamos el fenómeno de momificación natural de esos cuerpos, vecinos de Quinto que fueron enterrados en la iglesia, y que con las tareas de restauración de la iglesia salieron a la luz.

¿El Ayuntamiento trabaja en la renovación de tuberías?

Es otro proyecto estratégico. Este año se han licitado ya unos 350 metros más, con una inversión de 200.000 euros. Si todo va bien empezarán este mes.

Otro reto pendiente es el futuro centro de día.

En el mandato 2007-11 comenzó la construcción de una residencia para 70 personas, que tenía un coste de 6 millones.Solo se levantaron los cimientos de una pequeña parte. Ahora, con el presupuesto anual, que ronda los 2 millones, lo vemos inviable.

¿Cuál sería la apuesta?

Una idea más austera y sencilla: adaptar el antiguo almacén de Lozano como centro de día, y que podría estar en uso en 2020.

¿En qué otros proyectos trabaja el Ayuntamiento?

Otro de los planes clave es la consolidación de la Casa del Cura, que data de 1561, que está en ruina, y que lleva desde 1996 sin tejados. Hay que darle una solución y eliminar el peligro que existe.

¿Cuál es la situación económica?

Cuando llegamos, había 500.000 euros de remanente de tesorería. Las cuentas estaban saneadas. Pero en 2015 ocurrió la riada (el Ayuntamiento destinó 240.000 euros de sus recursos) y sufragó la reforma integral del consultorio médico. Hubo un desequilibrio que nos obligó a aprobar un plan económico-financiero. Las buenas cifras de 2016 nos han permitido en un año devolver la estabilidad presupuestada para dos.

Además de político es actor aficionado.

Antes estaba en la escuela de música, tocaba la guitarra, iba a clases de solfeo, de jota, participaba en la rondalla local, en el grupo de teatro. Cosas que he tenido que dejar atrás no porque no me gusten, sino por falta de tiempo, ya que me dedico exclusivamente a la tarea de alcalde.

¿Defiende las redes sociales para comunicar la información?

Hemos apostado mucho por la transparencia y por la participación. Tenemos Facebook y Twitter, nueva página web y una aplicación para móviles donde colgamos bandas y noticias de interés. Damos cuenta de la gestión que se está haciendo para proyectar la imagen de un pueblo cómodo para vivir y para invertir.

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