Condenado a prisión por maltratar a su mujer y lesionar a su hijastra

La niña, de 11 años, salió en defensa de su madre para que el hombre dejara de darle puñetazos. La mujer negó después la agresión.

La intervención de una niña de 11 años, que se plantó delante de su padrastro y le gritó "no pegues a mi mamá", evitó que este siguiera asentando patadas y puñetazos a la mujer. Pese a recibir un empujón en el pecho y golpearse con las escaleras, la menor salió corriendo y llamó por teléfono a su hermana mayor. Esta avisó a su vez a la Guardia Civil, que se presentó en el domicilio y detuvo a Edwin Trujillo Espinosa, de 40 años, como presunto autor de un delito de maltrato y otro de lesiones.


Los hechos se produjeron sobre las nueve de la mañana del 26 de julio de 2015 en una vivienda de Pedrola y han acabado con una condena de año y medio de prisión para el maltratador, que no podrá aproximarse a las víctimas en dos años y tendrá prohibido el porte de armas durante otros doce meses.


A la hora de dictar una sentencia condenatoria, la titular del Juzgado de lo Penal 8 de Zaragoza ha considerado "esencial" el testimonio de la niña, que califica de "creíble, serio y contundente". Porque la madre negó la agresión, no quiso ser asistida por los médicos y tampoco presentó denuncia contra su atacante. Es más, llegó a acusar a su hija de mentirosa.


"Resulta evidente la intención de la mujer de evitar la inculpación de su pareja", dice la juez en su sentencia. "Sin embargo, concurre prueba de cargo de suficiente entidad para entender acreditado que el acusado, con claro ánimo de menoscabar la integridad física de su pareja, agredió a la misma propinándole golpes y puñetazos", añade.


Como quedó de manifiesto durante el juicio, estos hechos dinamitaron la convivencia familiar, puesto que la niña salió en defensa de su madre pero esta prefirió ponerse del lado de su pareja y agresor. Ante esta situación, la chica se fue a vivir con su hermana mayor, con la que todavía continúa. Además, según las psicólogas que examinaron a la niña, este cambio ha mejorado sus resultados académicos.


Tras dictar una sentencia condenatoria, la magistrada ha ordenado que se envíe una copia de la misma a la Fiscalía de Menores, para que esta valore la situación tanto de la niña como de su hermano pequeño, que todavía convive con la pareja.


La defensa, a cargo de la letrada María José Chinchilla, ha recurrido el fallo ante la Audiencia Provincial. También lo ha hecho la acusación particular, ejercida por Eva Ferrer, que reclama 3.000 euros de indemnización.

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