Cómo ser un auténtico viajero

Diez actividades alternativas para convertir tus vacaciones en una experiencia única.

El factor emocional es una de las claves más relevantes para los viajeros.
El factor emocional es una de las claves más relevantes para los viajeros.
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La eterna dicotomía entre el turista y el viajero sigue generando muchos debates a la hora de organizar el viaje ideal. El primero se conforma con el ‘top 10’ de las guías, mientras que el segundo intenta profundizar más en la cultura y la vida del destino elegido. Aquí te dejamos algunas propuestas con las que convertirte en un verdadero viajero:

1. Sumérgete en su historia

Antes de llegar, recopila información sobre tu destino. Sírvete de libros, documentales o películas para aprender cuáles han sido lo hitos más relevantes de su historia, su religión, sus costumbres, su cultura… De esta forma, podrás comprender mejor cómo son y cómo viven. Conocer datos sobre cuál es el sueldo mínimo, cómo es la sanidad, si la educación es gratuita o el tipo de gobierno que tienen son datos básicos para entender a un pueblo. Si te has decantado por un viaje con factor sorpresa y no sabes a qué país vas a volar, quizá un ‘free tour’ pueda ser una buena opción para situarte.

2. Móntatelo por tu cuenta

Los viajes organizados suelen llevarte únicamente a los lugares más turísticos, quedándote muchas veces en la capa más superficial del lugar. No te limites solo a esos ‘imprescindibles’, no te agobies con los horarios y disfruta de planes alternativos. Una actividad interesante que puedes hacer en cada ciudad que visites es coger una línea de metro y bajarte en la última parada. Una vez allí, tómate tu tiempo para observar cómo es la gente y cómo lucen las calles del barrio.

3. Albergue o casas

Cambia el típico hotel de lujo por algo más auténtico, como un albergue o la casa de algún ciudadano. Hoy en día existen diversas páginas webs y aplicaciones donde la gente alquila sus apartamentos o alguna habitación de su hogar por días o semanas. Te sentirás más cómodo e integrado, como si durante unos instantes vivieras allí.

4. Viva el transporte público

Desplazarte de esta forma por la ciudad te dará una visión mucho más profunda de sus habitantes. Observar a la gente durante el trayecto en metro puede ser muy instructivo.

5. Aléjate de los restaurantes turísticos

Además de que lo más probable es que te salga tres veces más caro, te proponemos que evites los locales de turistas. Apuesta por establecimientos un poco alejados del centro, donde puedas comer auténtica comida casera. Si ves un local lleno de residentes de la zona, ese es un buen lugar.

6. Habla con la gente

La mejor manera de conocer un país es charlar con sus ciudadanos. Por lo general, la gente es curiosa, y cuando pareces extranjero, están deseando conocer tu historia. A cambio, tú podrás descubrir la suya.

7. Aprende un poco el idioma

No queremos decir que domines la lengua de cada país al que viajas, ni siquiera que sepas llevar una conversación. Sin embargo, conocer algunas palabras básicas puede ayudarte en tu aventura. Un ‘gracias’, un ‘buenos días’ o un ‘¿cuánto cuesta?’ en la lengua autóctona conseguirá que la gente sea más amable contigo.

8. Desconecta

Olvídate de las redes sociales, de Internet y del móvil. Puedes tenerlo para comunicarte con tus seres queridos o por si surgiera cualquier emergencia, pero estar enganchado constantemente a él, solo conseguirá que te pierdas el mundo que te rodea.

9. Acude a un espectáculo típico

Una obra de teatro negro en Praga, un concierto de fado en Portugal, una danza gumboot en Sudáfrica… Asistir a un ‘show’ típico puede ser una forma magnífica de adentrarte en su cultura.

10. Que suene la música

Entra en una tienda de discos, busca un grupo nacional que no se conozca el extranjero y que cante en su idioma natal y cómpralo. Rock, pop, jazz, blues…, el género no importa.

- Ir a el suplemento Un país de montañas.

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