Un Aragón de miedo: llega la Noche de Ánimas

Almetas, totones, fantasmas  y calabazas protagonizan la víspera de Todos los Santos en Aragón. La localidad de Piedratajada ha recuperado este año esta tradición tras medio siglo.

Almetas y totones en el cementerio de Radiquero.
Almetas y totones en el cementerio de Radiquero.
Eduardo Carcellén

«Por las pobrecitas almas/todos debemos rogar./Que Dios las saque de penas/y las lleve a descansar». Es la cantinela de la Noche de Ánimas que volverá a escucharse este año en la localidad de Piedratajada, en la comarca de las cinco Villas, después de medio siglo en el que «la despoblación hizo que se perdiera esta costumbre ancestral», dice Jesús Cazo, vecino de la localidad que, junto con su sobrino Juan Pablo, ha recuperado esta celebración. «Lo intentamos en 2008, pero no salió bien, ahora se ha recuperado tal y como era en aquellas épocas», dice Cazo.

Jesús Cazo recuerda que siendo muy niño, «me agarraba a mi abuela aterrorizado, cuando pasaba por la calle la comitiva, con el pueblo totalmente a oscuras, alumbrado solo por los faroles que portaban estos hombre envueltos en capas, y se escuchaba en la puerta los golpes del picaporte cuando llamaban (‘trucaban’) en cada casa para que salieran las ánimas». Es lo que se revivirá el viernes 2 de noviembre, cuando esa especie de Santa Compaña, con faroles y campanillas irá recorriendo el pueblo, llamando a las ánimas, para conducirlas hasta el cementerio.

Radiquero

La víspera de Todos los Santos se levanta el velo que separa el inframundo del mundo terrenal y en ese resquicio temporal se las almas de los fallecidos ese año han de intentar pasar al otro mundo, o se quedarán en este penando. Esta tradición cristiana, asimilada de antiguos ritos celtas que también adoptaron los romanos, marca nuestra noche de ánimas y navegó con los emigrantes irlandeses a América donde acabó convertida en Halloween. Por eso, algunos elementos se comparten, como el de las calabazas. «La tradición de las calabazas es europea, en el Alto Aragón tiene raíces ancestrales», dice Pablo Calahorra, miembro de la Asociación O Coronazo de Radiquero, el lugar de Aragón donde mejor se ha conservado la tradición y donde todos los años para estas fechas ‘salen’ las almetas y totones, las ánimas que vagan y los guardianes que las reconducen hacia su descanso sepulcral. «Las calabazas se cortaban haciendo caras con una vela dentro para que las almetas creyesen que la casa estaba habitada por otra ánima y pasaban de largo», señala Calahorra.

O Coronazo recuperó en 2001 esta fiesta y quienes quieran conocerla tendrán que hacerlo el sábado 3 de noviembre (día al que se ha trasladado la celebración, para coincidir con el fin de semana), para poder ver a las almetas, de blanco, deambulando con dos cirios encendidos, mientras que los totones, de negro, portan una única vela. Hay que huir de ellos, o al menos, no aceptar ninguna de las candelas bajo amenaza de acabar en el mundo de los muertos. Durante la jornada habrá talleres de calaveras y calabazas, cuentacuentos y Doña Severa, una anciana del pueblo, recordará las tradiciones que se celebraban en torno a la muerte en el Alto Aragón. El programa completo se puede consultar aquí.

Trasmoz

Conocida por sus brujas y aquelarres, la conexión con el misterioso más allá de Trasmoz hace que la celebración de la ‘Luz de Ánimas’ reúna cada vez a más visitantes. Unas 5.000 personas visitaron la población el año pasado y para este tienen ya preparadas 400 calabazas para que, en la mañana del 3 de noviembre, sean decoradas en el taller infantil con el que arrancará la fiesta. Seguirán muchos más actos, entre ellos la procesión al cementerio con candelas y toda la liturgia religiosa, un intervalo serio en medio de las celebraciones lúdicas entre las que sin duda destacan las ‘calles terroríficas’, un recorrido por un circuito urbano cerrado durante el que los participantes se verán frente a distintos personajes tétricos y escenas de terror. El alcalde, Jesús Andía, asegura a los amantes de la adrenalina que «van a pasar miedo de verdad». La noche termina en el castillo con una queimada y un conjuro.

Lupiñén

En la marcha senderista del Camino de las Almetas, estas figuras junto a los ‘totons’ llegarán también al municipio de Lupiñén-Ortilla, durante la noche del 3 de noviembre. Lo harán al trote ya que en este caso se ha actualizado la tradición vinculándola a una actividad deportiva, si bien se pide a los participantes que acudan disfrazados y con la cara pintada. La marcha realizará un recorrido de 4 km por los alrededores de la población, iluminados por candelas, y en la actividad no faltarán teatralizaciones como el alegato de la abadesa de Aniés, ajusticiada en 1547 por ser bruja, como representante de esas ánimas en busca del descanso eterno.

Ibdes, Pedrola y Teruel

En la comarca de Calatayud, Ibdes también cuenta con una larga tradición en la celebración de la noche de ánimas. Los preparativos comenzaban con antelación, cuando los más jóvenes iban a los huertos a coger calabazas que luego limpiaban y preparaban para colocarlas a las puertas de las casas. La tradición de preparar las calabazas se mantiene y la mejor ganará el concurso que se celebrará a las 18.00, el sábado 3 de noviembre. Además, los niños recorrerán el pueblo disfrazados, para que les den caramelos.

En la víspera de Todos los Santos, el 31 de octubre, Pedrola recupera al Don Juan de Zorrilla y a otros personajes literarios relacionados con la muerte en la visita teatralizada que recorrerá los rincones más tenebrosos de la localidad y en la lectura nocturna posterior en el Palacio de Villahermosa.

También la ciudad de Teruel celebrará la noche del 31 de octubre un desfile de ánimas, al que debe acudirse vistiendo una capa blanca, que finalizará con lecturas alusivas a la fecha.

Caspe

Nacida de manera casi accidental, La Fantasmada de Caspe se ha convertido en una de las fiestas más populares de la localidad. Desde las 21.00 del 31 de octubre, aquellos que no tengan miedo podrán adentrarse en un circuito terrorífico por el casco antiguo donde les esperan los personajes más siniestros. Más de 100 actores perfectamente caracterizados asustarán a los visitantes que realicen «un recorrido inédito, con escenas terroríficas, máquinas de humo e incluso un cementerio con lápidas y tumbas», anuncia Pedro Palacios, de la asociación Historica Vestimentum que, junto a la la Asociación Cultural Casa Bosque, organizan esta jornada.

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