Senderos y miradores desde San Juan de la Peña

Alrededor del monasterio nuevo de San Juan de la Peña existen múltiples senderos para disfrutar de la naturaleza de este entorno privilegiado. Ofrecemos dos rutas sencillas, que es posible hacer en media hora.

Entorno del Monasterio de San Juan de la Peña.
Entorno del Monasterio de San Juan de la Peña.
Javier Blasco

En el año 1675, el incendio del monasterio viejo de San Juan de la Peña, hizo que los monjes benedictinos que lo habitaban se trasladasen a un nuevo edificio monacal para cuyo emplazamiento se eligió la zona contigua a la pradera de San Indalecio, cercana al primitivo cenobio románico. Allí se construyó el monasterio nuevo de San Juan de la Peña, que fue también abandonado en 1835 por la amortización. En la actualidad es la sede del centro de interpretación del Espacio Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, y del centro de interpretación del Reino de Aragón.

Además de poder disfrutar de estos dos espacios y visitar el edificio, un ejemplo de la arquitectura monástica de la Edad Moderna, alrededor del monasterio nuevo de San Juan de la Peña existen múltiples senderos para disfrutar de la naturaleza de este entorno privilegiado.

Al Mirador de los Pirineos

Desde las inmediaciones del monasterio, en la pradera de San Indalecio, sale el sendero al Mirador de los Pirineos, desde el que se pueden observar las principales cumbres y valles de esta coordillera, así como la Canal de Berdún. El mirador se alcanza en apenas 10 minutos desde la salida del monasterio, salvando un pequeño desnivel de 30 metros. El sendero discurre por una cómoda pista, ancha y con buen piso, a lo largo de la cual el caminante puede conocer algunas de las especies más típicas de la flora y fauna de este espacio, identificadas a través de paneles informativos.

La pista sigue después del mirador con un trazado prácticamente circular que devuelve al andarín a la pradera de San Indalecio de la que partió, después de recorrer 2,2 km, en un paseo con una duración estimada de 30 minutos (ida y vuelta).

Panorámica desde la ermita de San Voto

Igualmente sencillo es el sendero que lleva al visitante hasta la ermita de San Voto, al que la tradición adjudica -junto a San Félix- la fundación del viejo monasterio de San Juan de la Peña. Se trata de un recorrido peatonal de trazado circular y dificultad baja, que se recorre en unos 30 minutos, y con un desnivel de apenas 35 m de subida y bajada. El sendero sale de las inmediaciones del monasterio nuevo y cuenta con paneles identificativos de la vegetación que acompaña a la ruta.

La senda lleva al caminante hasta lo que fuera la ermita de San Félix y San Voto, levantada en el siglo XVI y de la que ahora se conservan solo los restos. Desde ese punto parte un ramal del sendero que, a través de una escalinata, lleva al mirador de San Voto, desde donde el senderista puede disfrutar de una gran panorámica del valle del monasterio viejo, bajo el conglomerado de roca de San Juan de la Peña.

El retorno a la ermita se produce por el mismo camino de ida, para tomar luego la ruta que lleva al sendero del Salvador, que deja al caminante a unos 200 m del punto de partida inicial. Habrán pasado unos 30 minutos, y el andarín habrá podido hacerse una idea bastante completa de este singular espacio natural e histórico.

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