Arborismo, diversión por todo lo alto

Subirse a un árbol y saltar de rama a rama, algo que cualquiera ha intentado de niño, y hacerlo de la forma más espectacular y segura, es lo que proponen los parques de aventura, una propuesta de ocio cada vez más popular. Tirolinas, puentes tibetanos y otros juegos permiten divertirse mientras se trabaja el equilibrio y la habilidad.

Las tirolinas, como esta del parque de Villanúa, son los equipamientos más característicos de estos parques de ocio
Las tirolinas, como esta del parque de Villanúa, son los equipamientos más característicos de estos parques de ocio
Aventura Amazonia

Al sector del ocio y el turismo se ha incorporado recientemente la propuesta del arborismo, es decir 'la realización de recorridos de equilibrio y habilidad entre los árboles'. O también podría explicarse el arborismo como un combinado en el que los que los ingredientes son la práctica de técnicas usadas en deportes de aventura, en un entorno seguro y controlado, dentro del ambiente natural de los bosques y con la emoción de las películas de aventuras.

Los parques de arborismo ofrecen circuitos por plataformas entre las copas de los árboles que se recorren con la ayuda de apoyos como cables, troncos o cuerdas y obligan a practicar destrezas como trepar o deslizarse; pero, además, a estas propuestas suman otras muchas posibilidades de ocio y su ubicación en atractivos parajes naturales de bosques. Así, en Aragón son varios los lugares para practicarlo, sobre todo en el Pirineo.

Lo más característico de estos parques son las tirolinas, cables inclinados en los que los visitantes se enganchan con una polea para deslizarse hasta la parte inferior, volando entre las ramas. A ellos se suman puentes tibetanos o de mono (en los que se cruza apoyando en sendas cuerdas los pies y las manos), puentes de tablas oscilantes, lianas, rápeles... Pero a la vez cada uno de estos aparatos permite presentaciones y niveles de dificultad y múltiples combinaciones que convierten cada avance de una a otra plataforma elevada en un juego distinto.

Ganas de divertirse

En cualquier caso, es seguro que para practicar el arborismo solo se necesitan ganas de divertirse, porque todos los parques ofrecen diferentes circuitos según los gustos y la edad, con propuestas específicas para los niños según su altura, y la seguridad está garantizada.

Los participantes solo deben llevar ropa y calzado deportivo y para la actividad cuentan con un equipo individual homologado (arnés, mosquetones, casco...) y en todo momento están guiados por monitores especializados. Naturalmente, las instalaciones cumplen estrictas normas y controles de seguridad para que probar cualquiera de las propuestas no suponga ningún riesgo.

Para probar el arborismo en Aragón se puede elegir entre varios parques, que ofrecen recorridos de entre una y tres horas, cada uno con sus características peculiares. Luego cada uno suma al recorrido en sí servicios como restauración y actividades muy diversas; así como propuestas específicas para eventos como reuniones de empresa o despedidas de soltero.

Mucho para elegir

En Biescas se encuentra el Biescas Aventura, a tan solo 800 m de la plaza del Ayuntamiento de la localidad, en una zona del parque de Arratiecho, con distintos paseos marcados. Ofrece ocho circuitos distintos, a partir de los cinco años de edad, y presume de ser el único parque nocturno de Europa.

El parque de juegos y tirolinas Bosque de Oza, se encuentra en plena Selva de Oza, en el valle de Hecho. Un bosque de hayas, pinos y abetos, a orillas del Aragón Subordán, sirve aquí para trazar los aéreos caminos aéreos de distintos circuitos, bautizados con nombres de animales en aragonés, desde saltapericos (saltamontes) a paniquesa (comadreja).

El parque Aventura Amazonia Pirineos se ubica en Villanúa, y ofrece 60 juegos y 16 tirolinas entre los árboles, divididos en cuatro circuitos, hasta a once metros sobre el suelo. Cuenta con la mayor tirolina del Pirineo, con más de 160 m de longitud.

Ya en la zona geográfica del valle del Ebro, el parque Gabarda Aventura, en Sodeto, ofrece tres circuitos por un pinar en un entorno de curiosas formaciones geológicas y una antigua plantación de olivos. Otras actividades posibles son un laberinto de maíz o tiro con arco.

Y desde luego su ubicación es un atractivo añadido, ya que permite disfrutar de bosques con gran diversidad de especies. Luego, en sus proximidades se puede optar por otras actividades en la naturaleza como senderismo barranquismo o vías ferratas, para las que el arborismo puede ser también un primer paso para descubrirlas.

Del arborismo se puede disfrutar también en parques de aventura que ofrecen los mismos recorridos en altura gracias a estructuras fijas de troncos, como el que se ofrece en la misma ciudad de Zaragoza dentro del Parque del Agua Luis Buñuel. Verticalia se encuentra a la entrada de Murillo de Gállego, entre los mallos de Agüero y Riglos. Otra propuesta del parque es practicar el puenting, saltando una altura de 25 m sobre el río Gállego. En Castejón del Puente, el parque de aventura Los Palomares, junto a las instalaciones deportivas municipales, cuenta con cuatro puentes aéreos de 8,5 metros y una tirolina de 110 metros.

Quienes se animen a emociones mayores que las tirolinas de los parques arbóreos, pueden probar la que ofrece Hoz de Jaca, la mayor tirolina doble (para dos personas en paralelo) de Europa, con un recorrido de casi 1 km de longitud y salvando un desnivel de 115 m desde el pueblo hasta el embalse de Búbal; pese a lo que pueda parecer, utilizarla está al alcance de todo el mundo, incluso si se tiene alguna discapacidad física o sensorial. Puesta en marcha hace un par de años, el éxito de esta atracción ha llevado a que se estén desarrollando otros proyectos de tirolinas gigantes en Panticosa o Fuentespalda.

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