5 lugares para disfrutar del bulder en Aragón

El bulder es una modalidad de escalada que cada vez cuenta con más aficionados. Sus adeptos se distinguen por subir paredes de hasta ocho metros de altura, sin ningún tipo de sujección, simplemente colocando en el suelo una colchoneta de protección. Para su práctica al aire libre, Aragón cuenta con diversas zonas propicias. Destacamos 5 de ellas, algunas poco conocidas, recomendables según la habilidad y experiencia del deportista:

Albarracín es la zona bulder más famosa en el ámbito internacional. “Desde hace un par de décadas se ha convertido en la ‘meca’ de la escalada en bulder, aficionados y profesionales de todo el mundo acuden cada fin de semana, dada su ubicación y tipología de roca -arenisca-, que hace que en invierno se cumplan todas las condiciones para su práctica”, afirma el escalador Samuel Arroyo, con largos años de experiencia en bulder. “La cantidad de sectores que existen en este espacio natural, su cercanía, y la variedad de grados de dificultad hacen que Albarracín sea un lugar único”, dice Arroyo, que es también técnico del centro Bulderland de Zaragoza, cuya apertura está prevista para el próximo 2 de junio, como centro de iniciación o para la práctica ‘indoor’. Las zonas de bulder en Albarracín se encuentran dentro del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, por lo que la práctica deportiva debe llevarse a cabo siempre con total respeto a los valores ambientales de este espacio natural, y a sus valores culturales, como las pinturas rupestres de arte levantino (Patrimonio Natural de la Unesco) que se encuentran en algunos abrigos rocosos, por supuesto excluidos como zona de escalada.     Alcañiz se ha colocado en el mapa de la escalada en bulder “gracias al trabajo de años de un grupo de escaladores locales que han abierto varios sectores”, afirma Arroyo. “Es un lugar que merece la pena visitar -dice este experto-, a diferencia de Albarracín los sectores están mas esparcidos y hacen que sea menos accesible, pero entre ellos encontraremos todo tipo de grados de dificultad y con unas posibilidades infinitas”. La roca, arenisca como en Albarracín, “es algo mas quebradiza pero de gran calidad”, señala. La mejor época para visitarlo “es en invierno dado que los meses calurosos hacen difícil la práctica”, añade el experto. El Buste, pequeña localidad a unos 12 km de Borja, es un lugar algo desconocido “pero en el que podemos encontrar bloques de todos los niveles, eso sí, en menor cantidad”, dice Arroyo. Se trata de un pequeño rincón donde disfrutar de este deporte que tiene la ventaja de su fácil accesibilidad, ya que cuenta con una zona de desplomes y placas, en este caso de formadas por roca caliza, a solo unos metros del casco urbano, como señala el experto, y de evitar los riesgos de masificación. En Arguis, en una zona a unos 5 minutos en coche del pantano, se encuentra “una pequeña zona de bulder de arenisca, en la que podremos encontrar bloques de todos los niveles para disfrutar”, recomienda también Arroyo. “Dada su altura y orientación, continúa, se puede practicar durante todo el año, aunque en invierno es cuando se dan mejores condiciones” Trasobares es la localidad más cercana a Zaragoza de esta selección. “Cuenta con gran variedad del bulders, de todos los niveles”, dice Arroyo. De roca caliza, sus paredes cuentan “con diferentes orientaciones lo que hace posible la practica durante todo el año”. Esta zona, señala este experto, “está viviendo una oleada de aperturas de nuevas vías, y es un sitio ideal para ir en familia".Más noticias en Unpaisdemontañas.