Las vías ferratas son propuestas de turismo activo que cuentan cada día con una mayor oferta de recorridos adaptados a todo tipo de usuarios, lo que está facilitando su difusión. Las ferratas nos permiten experimentar el vértigo de la altura, las sensaciones propias de la escalada. Pero son recorridos donde es obligatorio utilizar el equipo adecuado y conocer las técnicas de progresión necesarias en cada caso.

En las vías ferratas vamos a encontrarnos con dos tipos de equipamientos básicos, un equipamiento de seguridad (cable de acero, anillas para asegurarse o descender), y un equipamiento de progresión (clavijas, peldaños, cadenas, puentes).

Estos equipamientos, realizados y revisados periódicamente por especialistas, nos permiten acceder y avanzar por escarpadas paredes rocosas, vadear barrancos, conocer y disfrutar de parajes y ecosistemas que, de otra manera, nos resultaría mucho más inaccesibles y peligrosos. Las vías ferratas son, pues, recorridos que buscan transmitir las sensaciones de la verticalidad sin los requerimientos físicos y técnicos de la escalada en roca.

Antes de iniciar la vía, hay que saber también que nos encontramos en un ecosistema delicado, donde conviven diferentes tipos de flora y fauna que debemos cuidar y respetar.

La vía ferrata de la Peña del Morral es un recorrido de baja dificultad, apto para realizar en familia. La dividiremos en tres tramos diferenciados que vamos a detallar.

Tramo 1

La senda de acceso nos deja en una repisa en la que ya encontramos cable de seguridad. Siguiendo este cable, avanzamos apenas 10 m en horizontal y ya encontramos nuestro primer paso vertical, donde ayudados por grapas ascenderemos en una diagonal hacia la derecha. Tras unos 5 m de progresión vertical, comenzaremos una travesía a la derecha, ayudados por cadenas y, siguiendo por una zona tumbada, llegaremos a la escalera que nos ayuda a salvar un gran techo.

Tramo 2

Una vez superado el techo, gracias a una escalera sin apenas dificultad, continuamos por un tramo vertical y algo aéreo que hace una “C” invertida para salvar una panza. En este subir y bajar nos situamos en la gran travesía que nos llevará hasta el tramo 3. Esta travesía es muy espectacular y no tiene casi dificultad técnica, ya que está equipada con cadenas y grapas en lugares adecuados para facilitar la progresión, proporcionando una magnífica panorámica de la villa de Graus y del Pirineo.

Tramo 3

Al finalizar la travesía, tenemos que salvar un pequeño extraplomo ayudados por grapas. Quizás sea el paso más exigente de toda la vía, pero es muy corto y está bien equipado para ayudarnos a superarlo. Luego, la pared se va tumbando poco a poco, pero en todo momento encontraremos grapas y tramos de cadena para ayudarnos a progresar. Llegaremos así a una travesía horizontal, hacia la izquierda, que nos llevará asegurados por el cable hasta casi debajo mismo del Corazón de Jesús y el mirador de la Peña del Morral. Aquí termina la vía ferrata. El descenso lo haremos por el cómodo y también espectacular camino, con tramos de senda y de escaleras talladas en la roca, que nos conduce hasta la basílica de la Virgen de la Peña.

Escapes

En la vía hay zonas con cable para poder reagruparse y esperar sin interferir con el tránsito de otros deportistas. En estos mismos puntos existen argollas donde poder realizar rápel hasta lugares seguros. Con una cuerda de 40 m no tendremos ningún problema para alcanzar el suelo desde cualquiera de estos puntos.

Normas de seguridad en vías ferratas

• Material obligatorio: casco, arnés, cabos de anclajes con disipador y mosquetones, botas y cuerda de seguridad, homologado para vías ferratas.

• Conocimiento del uso del material específico de vías ferratas.

• Conocimiento de las técnicas de progresión en vías ferratas.

• En caso de no tener los conocimientos específicos, contratar los servicios de un profesional.

• Evitar la presencia de más de un ferratista entre tramos de anclaje.

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