La zona de servicios de la nueva prisión estará terminada antes del verano

Entre 20 y 50 operarios trabajan a diario en la construcción de las instalaciones, que duplicarán la capacidad de la cárcel anterior

Las obras de la prisión ?en la foto? avanzan según lo previsto.
Las obras de la prisión ?en la foto? avanzan según lo previsto

La construcción del edificio que albergará los principales servicios de la nueva prisión de Teruel estarán terminadas antes del verano, si se cumplen las previsiones de la dirección del centro penitenciario. En esta zona se incluyen, entre otros, el centro educativo, el gimnasio, un cine-teatro y una enfermería, por lo que su puesta en marcha es importante para mejorar la calidad de vida de los reclusos.


Entre 20 y 50 operarios trabajan a diario en la edificación de la nueva cárcel de Teruel que, con una inversión prevista de 23 millones de euros, duplicará la capacidad de las instalaciones actuales pasando de 220 a 440 internos. Como explicó el director de la prisión, Julio Esteban, si bien muchos de los trabajadores han llegado de otras provincias, también hay personal de la comarca de Teruel, lo que beneficia a la economía de la zona.


Una vez esté lista el área de servicios, la ejecución del proyecto continuará con la demolición de la parte antigua de la cárcel y la construcción de un segundo módulo de celdas. El primero ya está en uso desde el pasado verano por más de 200 reclusos, que se benefician del mayor espacio y equipamiento que poseen las nuevas habitaciones.


Está previsto que la prisión se termine de construir a finales del año que viene, de acuerdo a los planes que estableció inicialmente el Gobierno central, impulsor de la reforma. "Todo está discurriendo de acuerdo a los plazos que se fijaron al principio. Por suerte, no ha habido hasta ahora ningún contratiempo en los trabajos", manifestó ayer Julio Esteban.Edificio histórico

Las obras se llevan a cabo en el mismo lugar en el que se encuentra la antigua cárcel, si bien poco quedará de esta cuando esté acabado el nuevo edificio. La prisión de Teruel, una de las más antiguas del país, data de 1951 y había quedado totalmente obsoleta cuando se decidió levantar una nueva. No obstante, sucesivos convenios con el Instituto Nacional de Empleo en época reciente habían permitido una buena conservación del histórico edificio a través de cursos de albañilería y jardinería impartidos a los presos.


La nueva prisión tendrá una superficie de 6.600 metros cuadrados. Contará con varios patios con canchas de deporte, salas de ocio, talleres y un economato. Las celdas son tres veces más amplias que las anteriores y disponen de un escritorio que las otras no tenían.


Los principales sindicatos de Teruel venían reclamando la ampliación de la prisión al entender que esta actuación se traduciría en la creación de nuevos puestos de trabajo, muy necesarios en la ciudad.