Un museo al aire libre en los barrancos de Alloza

Creadores de la zona impulsaron el Parque Escultórico en el paraje natural de la localidad, que espera incrementar el número de obras en los próximos meses.

Monolito a la entrada de parque
Monolito a la entrada de parque
M. M.

La barrancada frondosa de la localidad turolense de Alloza, tradicionalmente espacio de recreo para los vecinos, se ha convertido a lo largo de los últimos años en un espacio natural humanizado por las creaciones de artistas y artesanos.

El Parque Escultórico de Alloza es otra iniciativa artística impulsada en el medio rural, en este caso ofreciendo un circuito artístico que circunda el caso urbano del pueblo y se fusiona con la naturaleza del entorno. Ya son 9 las piezas que se exhiben en este paraje, y a lo largo de los próximos meses se esperan incorporar otras tres. "Estamos pendientes de patrocinios por parte de alguna empresa o particular para su instalación, son gastos mínimos, que pueden ir entre los 300 y 3.000 euros", explica Jaime Lorenz, escultor oriundo de Alloza y fundador del parque.


En 2008 se inauguró este espacio cultural integrado plenamente en la naturaleza que da cabida a escultores nacionales e internacionales. Para su impulso y gestión se creó la Asociación Parque Escultórico de los Barrancos, sin ánimo de lucro, en la que los artistas además de la creación de las obras para su instalación, organiza exposiciones, encuentros y talleres en torno a la escultura y la artesanía.


Las primeras obras del parque fueron los 'Hippocampus' del propio Jaime Lorenz, caballitos de mar que salpican los barrancos como queriendo emular el mar que en tiempos fue Aragón. "En mi juventud escuché aquella canción de Joaquín Carbonell dedicada al mar en un concierto en el pueblo, y me vino a la cabeza la relación con el tiempo en que Aragón era océano, se encontraron muchos fósiles marinos en la zona y me imaginé una colonia de caballitos de mar viviendo allí". Así, se crearon estos primeros 'habitantes' naturales del parque escultórico, que dan también forma al logo, piezas fabricadas con resinas con carga con distintos materiales reciclados que evocan diversos significados, y en cuya creación también participaron los jóvenes de la zona.


Con el tiempo se fueron incorporando otras piezas de escultores amigos del proyecto, como 'El guardián', de Joaquín Macipe, un gran pez en hierro que gira con el viento en lo alto de un escaparte como si fuera una veleta, 'La dama acostada”, del artista argentino Claudio Cappello, o también por allí se encuentran animales fabulosos, como un unicornio plateado del artista Simón Domingo que cabalga seguro por aquel terreno quebradizo.


"Trabajamos muchos con los artesanos de los pueblos porque saben trabajar el material, les voy animando a que creen, y a raíz de esto surgió la obra 'Rosas de San Blas'", explica Lorenz en relación al rosal de hierro y acero que José Amador fabricó en homenaje a los hombres y mujeres que antaño escogieron a San Blas como patrón de la localidad.


Con los años, "muchos amigos nos han donado su obra para ponerla allí, han visto el lugar y les ha parecido un espacio magnífico", explica Lorenz, por lo que ahora hay en cartera un buen número de obras que con el tiempo esperan encontrar su espacio en este museo al aire libre. "El artistas argentino Claudio Cappello nos ha dado toda su obra, por lo que hay varias piezas que se instalarán, creaciones prácticamente basadas en sus ancestros que recuperan símbolos de la Pampa argentina y los transmite a través de su obra", dice Lorenz.Revulsivo turístico

Al Parque Escultórico de los Barrancos de Alloza se llega desde la plaza del Ayuntamiento de Alloza, saliendo en dirección al Calvario por la calle Carralafuente. La barrancada se recorre a lo largo de un agradable itinerario salpicado por las creaciones. Aguas arriba del cauce se llega al acueducto del Gallipuente, realizado en piedra tallada, y un poco más arriba surge el manantial de la Fuente de las Señoritas. "Además del propio núcleo urbano, la iglesia, el Calvario y el Gallipuente, ahora el parque escultórico sin duda completa la oferta turística", explica Manuel Galve, presidente del espacio.


Pero la Asociación Parque Escultórico de los Barrancos, además de promover y gestionar el espacio, impulsa otras iniciativas en el territorio, como la intervención que realizaron sobre los árboles calcinados en la zona tras los devastadores incendios de Teruel en el verano de 2009, como protesta creativa para proteger el medio ambiente, o exposiciones. Estos días, en la sala de exposiciones del Centro de Interpretación del poblado ibérico 'el Castelillo' se puede ver una muestra del escultor natural de Muniesa, Simón Domingo Blasco, un interesante conjunto de torsos humanos elaborados con chapa de hierro.

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