La Fundación Santa María de Albarracín recupera la senda del crecimiento tras el impacto de la pandemia de covid en 2020 y de la crisis económica que surgió con posterioridad. Prueba de ello son los más de 50 congresos que tiene ya comprometidos para lo que queda de año -lo habitual en esta época es una treintena- y los más de 30 bienes muebles de interés que se están restaurando en sus talleres, el doble que en 2023.

Así lo ha afirmado este jueves el director-gerente de la institución, Antonio Jiménez, quien destaca que ya son siete los restauradores contratados la Fundación Santa María frente a los tres que integraban la plantilla hasta ahora. En total, la entidad cuenta con 32 trabajadores, "una cifra muy alta para una localidad de apenas mil vecinos en la llamada España despoblada", subraya Jiménez. 

La actividad restauradora de la fundación ya no se limita al patrimonio histórico y artístico de Albarracín, sino que recibe también encargos de entidades de la capital turolense, localidades de la Comarca del Maestrazgo, la provincia de Zaragoza y Guadalajara.

La Fundación Santa María inicia una nueva etapa con la constitución este miércoles de un nuevo patronato, que vuelve a estar presidido por el aragonesista José Ángel Biel como representante del Gobierno aragonés. Biel fue destituido de este cargo a finales de 2022 tras 19 años de gestión en diferentes etapas.

La renovación del patronato comprende la incorporación de Daniel Úbeda, alcalde del Ayuntamiento de Albarracín; Joaquín Juste, presidente de la Diputación Provincial de Teruel; Carmen Angulo de Varanda; y Francisco Serrano Gill de Albornoz, presidente de Ibercaja Banco, que constituye el nuevo miembro de este organismo hasta completar los pertinentes once miembros que contemplan los estatutos.

"Vuelve la pujanza"

"Volvemos a los tiempos de pujanza -afirma Antonio Jiménez-, vamos a contar con más presupuesto y, por tanto, con mayor número de actividades".

La Fundación mantiene sus habituales seminarios de diversas temáticas vinculadas a las humanidades y la creación, así como los cursos de conservación y restauración de bienes, y recupera el ciclo de conciertos que se truncó con la pandemia. La programación será presentada oficialmente el próximo 23 de marzo.

"Somos una gran empresa en Albarracín", asegura Jiménez, quien atribuye el despegue de la institución a la "madurez" de la misma y al mayor interés que existe en la sociedad por recuperar el patrimonio.