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¿Cuántos habitantes tiene Teruel?

La capital y Alcañiz elevan el censo de la provincia de Teruel, que vuelve a rebasar los 135.000 habitantes.

Plaza del Torico de Teruel
Plaza del Torico de Teruel
Antonio García

La última revisión anual del censo poblacional del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma un cambio de tendencia en la evolución demográfica de la provincia de Teruel. Si en el segundo año de pandemia de coronavirus, en 2021, las comarcas turolenses perdieron población respecto al año anterior, en el siguiente ejercicio la evolución ha sido la contraria, y a mayor ritmo. Así, la provincia comenzó este 2023 con 135.046 habitantes, 914 más que en 2022. Si se cumple la inclinación que reflejan las revisiones trimestrales, comenzará este inminente 2024 por encima de los 135.200 vecinos.

Es un crecimiento modesto, pero relevante al interrumpir un par de ejercicios de pérdida poblacional. La provincia recupera el listón de los 135.000 censados y marca la pujanza de sus dos principales cabeceras, Teruel y Alcañiz. Entre las dos suman 52.000 habitantes, concentran más de la mitad del incremento de la población y a su alrededor afianzan sendos corredores de atracción de nuevos habitantes que impulsan el censo de localidades próximas.

El fenómeno es más intenso en Teruel capital. La ciudad supera de nuevo los 36.000 habitantes –36.155–, recuperando la marca de hace tres años. Y empuja la población de localidades cercanas, sobre todo, de Cella. La villa perdió el listón de los 3.000 habitantes que alcanzó en los primeros años de este siglo, pero a partir de 2020 ha conseguido interrumpir la pérdida de población para ganar más de medio centenar de vecinos y situarse en 2.637. Poblaciones cercanas, como Villarquemado, La Puebla de Valverde y Cedrillas, cuentan por decenas su aumento de censo, reseñable en núcleos de entre 500 y 1.000 vecinos.

Destaca la evolución del entorno de Albarracín. El municipio, referente turístico, consigue en los últimos años detener una sangría demográfica que había dejado su censo por debajo de los mil habitantes en los años de covid, tras haber superado los 1.100 en la pasada década. Desde 2021, Albarracín gana 26 nuevos vecinos. Pero a su alrededor el INE observa crecimientos sorprendentes. Terriente gana un 15% de vecinos, por encima de los 200, en dos años. Royuela supera los 230, un 10% más que en 2021. Y Gea de Albarracín alcanza los 450 habitantes por primera vez en 15 años, un 25% más de población desde la pandemia.

El Bajo Aragón y el Matarraña

El otro centro tractor es Alcañiz, que sitúa su censo en 16.108 residentes. Son un centenar más en los últimos dos años, confirmando que la ciudad supera ya varios años de pérdida poblacional durante la pasada década. No alcanza su cifra récord, casi 16.500 vecinos en 2012, pero lleva cinco años consecutivos remontando. Cerca, Calanda gana unos valiosos 10 habitantes –se sitúa en 3.754– y Castelserás roza los 800, con 7 nuevos residentes desde 2021.

Los aumentos más apreciables en el Bajo Aragón histórico los registra el Matarraña, empezando por su capital, Valderrobres, que encadena su séptimo ejercicio ganando habitantes, supera por primera vez los 2.500 residentes y aumenta un 4% en los últimos cinco años. Crecen a su alrededor La Fresneda, La Portellada y Beceite, que se coloca con 570 vecinos, casi 40 más desde 2020.

Andorra gana vecinos por primera vez en 10 años

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirman que Andorra consigue ganar población por vez primera desde hace 10 años. Superaba los 8.200 a principios de la pasada década, y cuenta para 2023 un total de 7.210, que son casi un millar menos que entonces, pero 22 más de los que había el año pasado.

La villa minera es el primer ejemplo de la evolución desigual de la población fuera de los dos grandes núcleos, más decreciente cuanto más alejados quedan de Teruel y Alcañiz. En realidad, sólo una población fuera de estos corredores tiene un crecimiento apreciable. Se trata de Utrillas, que gana 92 habitantes en dos años y cuantifica 3.088, eso sí, a costa del descenso en sus pueblos vecinos. Montalbán, con 1.180, tiene 58 habitantes menos que en 2021, y Escucha cae en 11 vecinos para situarse en 772. Hacia el este, Alcorisa pierde 56 residentes en dos años para censar 3.236.

En la ribera del Jiloca la evolución no es tampoco especialmente positiva. Calamocha sigue siendo la cuarta población de la provincia, estancada en 4.469 habitantes, cinco menos que el año pasado. Monreal del Campo baja de los 2.500 habitantes, pierde 30 en dos años para situarse en 2.487. Y, entre ambas, Caminreal apenas supera los 600, 13 menos desde 2021. Santa Eulalia del Campo está a punto de perder la marca de los mil habitantes tras caer medio centenar desde la pandemia. Y hacia Gúdar y el Maestrazgo, sólo el triángulo Sarrión-Mora de Rubielos-Rubielos de Mora presenta una modesta progresión demográfica, 31 habitantes más entre las tres desde 2021.

Hacia Zaragoza, el Bajo Martín resiste. Híjar gana en un año 36 vecinos, situándose en 1.782; La Puebla de Híjar conserva sus 914 y Albalate del Arzobispo sigue con los 1.952 de 2022.

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