El lobo que murió atropellado el pasado mes de abril en la carretera N-420 a la altura de Motorland, en Alcañiz, es el mismo ejemplar que fue detectado en 2017 en Los Monegros, donde protagonizó ataques al ganado ovino. Tras la recogida del cadáver del animal, los técnicos del Gobierno aragonés tomaron muestras que fueron remitidas a laboratorios de la Universidad Autónoma de Barcelona, que acaba de confirmar que se trata del ejemplar que desde hace seis años frecuentaba Leciñena (Zaragoza) y sus alrededores.

Según ha informado una fuente del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, el lobo atropellado en Alcañiz es un macho de la subespecie itálica, mientras que la loba también detectada en la zona pertenece a la subespecie ibérica.

La primera vez que fue confirmada la presencia de una pareja de lobos en el Bajo Aragón fue a raíz de las muestras tomadas tras un ataque de estos depredadores en Valmuel -pedanía de Alcañiz- el pasado mes de marzo. Los análisis de heces recogidas en el lugar constataron la participación de un lobo macho y de una loba. 

Para identificar que el ejemplar que pereció sobre el asfalto es el mismo que se movió por Los Monegros desde 2017 fue necesario tomar muestras de tejidos del cadáver. La presencia de, al menos, una pareja de lobos en Alcañiz desde que se produjeron los primeros ataques al ganado en 2020 ha disparado la preocupación del sector ganadero, que reclama la extracción de esta especie. Decenas de ovejas han sucumbido en el Bajo Aragón al ataque del depredador y otras muchas han resultado heridas.

Desde el Gobierno aragonés informan de que en la convocatoria de 2023 de las ayudas para compensar los daños causados lobos y osos podrán optar por primera vez los ganaderos de Alcañiz, que podrán recibir ayudas para instalar vallas, pastores eléctricos o incorporar perros mastines. Además, se aplican subvenciones por cada cabeza de ganado expuesta al depredador. 

Por otro lado, la Diputación Provincial acaba de poner en marcha un programa de reproducción de perros mastines del Pirineo para donarlos después a los pastores como medio eficaz de proteger los rebaños del  lobo.