Teruel
El rodaje de la ópera prima del director valenciano Guillermo Polo se detiene en Visiedo
La localidad, con 130 vecinos, fue este viernes el plató de ‘Lo carga el diablo’, una película de carretera cargada de humor negro
El paisaje solitario de Visiedo, una localidad turolense con 130 vecinos –90 en invierno–, se convirtió este viernes en escenario de la primera película del director valenciano Guillermo Polo, ‘Lo carga el diablo’. El largometraje, una ‘road movie’ cargada de humor negro que en la última semana ha llevado al equipo de grabación por varios enclaves de las provincias de Zaragoza y Teruel, cuenta en el reparto con Pablo Molinero –La peste–, Mero González –Lo dejo cuando quiera– o Antonia San Juan –Todo sobre mi madre–, entre otros actores.
Hasta el municipio se desplazaron más de 60 personas que transformaron en un plató de cine las afueras del casco urbano. La acción se situó en la gasolinera agrícola, donde los actores protagonistas de la cinta, Pablo Molinero y Mero González, repitieron hasta tres veces la escena en la que ella desciende con su maleta de un gigantesco tractor que acaba de detenerse junto a la carretera y le pide a él, sin éxito, que la lleve en su coche.
La película, que podría estrenarse a mediados de 2023, es una producción de Los Hermanos Polo, Japónica Films, Volcano International Productions y Batiak Films. Cuenta el atribulado viaje de Tristán, un escritor frustrado que vive de redactar las frases inspiradoras de los sobrecillos de azúcar y que debe cumplir la última voluntad de su hermano, transportar su cuerpo congelado desde Asturias a Benidorm.
Algunos vecinos de la localidad actuaron como figurantes. Es el caso de Honorato García Fernández, que a sus 90 años y en plena forma –se desplaza a todas partes en bicicleta– da vida al dueño de la gasolinera que está sentado junto a la puerta. "Me hace mucha ilusión salir en la película; cuando me vean mis nietas se van a sorprender", manifestó.
Jesús Rillo, otro vecino, es el conductor del tractor al que se sube Mero González. Desde primera hora de la mañana estuvo pendiente de las órdenes del equipo de rodaje. "No estoy nervioso, al contrario, me ha encantado participar; esto solo ocurre una vez en la vida y hay que aprovecharlo", comentó.
Aunque no ejerció de extra, el alcalde, Gregorio Fuentes, no se perdió un segundo del rodaje. "Es una gran movida para un pueblo; todos hemos querido ayudar", explicó. El regidor se mostró convencido de que la grabación promocionará el municipio, que vive exclusivamente de la agricultura y la ganadería. "Tenemos un entorno natural espectacular y que ahora aparezca en el cine nos hará más conocidos", dijo.
En una calle, a la sombra, descansaba entre toma y toma ‘Meiko’, el golden retriever que interpreta al perro de Tristán. Su dueño, Toni López, destacaba la "bondad" del animal, obediente a las órdenes del equipo.
Guillermo Polo resaltó la importancia del paisaje en su película. "He querido meter a los personajes en un entorno solitario, con grandes extensiones, donde ellos quedan como pequeños elementos", afirmó. El director de ‘Lo carga el diablo’ confesó estar "impresionado" por los lugares de Aragón elegidos para rodar. El equipo ha grabado también en localidades zaragozanas como Las Cuerlas y Contamina.
El actor protagonista, Pablo Molinero, con raíces en la localidad turolense de Cuevas Labradas, revindicó "impulsar el plató natural que tiene Teruel" y señaló que el paisaje es parte de la historia que se cuenta en la película.
Aragón Film Commission ha colaborado en la búsqueda y apertura de localizaciones en colaboración con las oficinas de la provincia de Teruel y de la capital turolense. Estíbaliz Centeno, coordinadora técnica de la entidad, afirmó que Teruel suma 200 días de rodajes en lo que va de año, una elevada cifra, y añadió que una grabación cinematográfica resulta mucho más sencilla en entornos con poca población.
