El Gobierno de Aragón ha remitido a los 731 municipios de la Comunidad una carta en la que les insta a proteger las lápidas funerarias de los cementerios como elemento integrante del "patrimonio asociado a la cultura de la muerte". La misiva insta a los ayuntamientos a que, en caso de realizar obras o reformas en sus camposantos, conserven las estelas de las tumbas y a que se pongan en contacto con la Dirección General para su "conservación y protección".

La iniciativa del Gobierno aragonés, que revaloriza un elemento artístico y etnográfico que había permanecido ignorado hasta la actualidad, responde, como la propia carta explica, a la labor de investigación, protección y divulgación emprendida por el Círculo de la Libertad, una asociación turolense nacida para reivindicar el valor cultural de los elementos artísticos asociados a los ritos fúnebres de la provincia.

La carta de la directora general de Patrimonio, Marisancho Menjón, señala que en las visitas de técnicos de esta Dirección General a los cementerios aragoneses han detectado la presencia de lápidas cerámicas del siglo XIX que, en algunos casos, están "perfectamente conservadas", pero en otros han sido "desestimadas" por los ayuntamientos "quizás por desconocimiento del interés que reviste dicho patrimonio".

Menjón pide "encarecidamente" a los municipios aragoneses que, en caso de realizar reformas o limpiezas en sus cementerios, se pongan en contacto con la Dirección General del Patrimonio para conservar las lápidas, además de ofrecer su colaboración en esta tarea.

La petición del Gobierno aragonés responde a la inquietud del Círculo de la Libertad, que ha conseguido también que la Comarca de la Comunidad de Teruel remita a todos sus ayuntamientos una carta similar a la de la Dirección General del Patrimonio. Recuerda a los consistorios que las lápidas funerarias son un elemento artístico "único en Europa" que es "necesario poner en valor por su incuestionable significado histórico-artístico autóctono".

La Comarca invita a los ayuntamientos a reintegrar las lápidas retiradas o a depositarlas en un lugar adecuado, a inventariarlas y a señalizarlas como un recurso de "interés cultural". Recuerda que pueden contar con la colaboración del Círculo de la Libertad y, en concreto, con la de uno de sus promotores, Juan Carlos Navarro, por su "experiencia" en la investigación del patrimonio funerario. Uno de los objetivos de la comunicación es elaborar un catálogo comarcal de lápidas funerarias.

Juan Carlos Navarro ha celebrado la implicación de la Administración en la preservación del arte funerario y, en especial de las lápidas cerámicas, unos elementos que hasta ahora, en caso de reforma de los cementerios, "se rompían y terminaban en las escombreras". "Es la primera vez que se interviene desde las instituciones respecto a un aspecto patrimonial con el que se actuaba como si, simplemente, no existiera".

Navarro ha explicado que muchas lápidas funerarias de cerámica "son piezas fantásticas, para cuya fabricación se requería más arte que para cualquier utensilio cerámico". El investigador añadió que las placas de cerámica instaladas en las tumbas tienen interés "sentimental, artístico y, a veces, literario". Ha lamentado que hasta hoy a este aspecto de la cultural autóctona "no se le daba ningún valor". "A ver si, al menos, a partir de ahora el arte funerario se protege. Si, además, se divulga, sería estupendo", ha concluido.