El plan para fomentar el desarrollo de la provincia de Teruel en la próxima década acumula dos años de retraso

El plan estratégico para el desarrollo de la provincia en la próxima década anunciado por el Gobierno de Aragón en 2019 como un documento que iba a reorientar el Fondo de Inversiones de Teruel en busca de la máxima eficacia acumula dos años de retraso sin que se haya iniciado su redacción. El plan, con una dotación de 350.000 euros, debía tener redactada su primera fase, la correspondiente al análisis de la situación actual, en 2020, para contar con una propuesta de actuación para los próximos diez años en 2021.

El "plan estratégico", cuya redacción iba a salir a concurso, se complementaba con otro plan para la transición a una economía descarbonizada que iba a redactar el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), pero ninguno de los dos documentos se ha encargado dos años después de su inclusión en el Fite.

Desde el Gobierno de Aragón achacan la falta de avances en el plan estratégico y en el de transición a una economía descarbonizada al estallido de la pandemia. El director general de Relaciones Institucionales de la DGA, Ricardo Almalé, señaló que ante la irrupción de la covid-19 desde el Ejecutivo se decidió "dar prioridad a las convocatorias de ayudas en diferentes campos: comercio, proyectos industriales, infraestructuras, tercer sector o turismo, que podían tener necesidades apremiantes derivadas de la covid".

Aclaró, no obstante, que parte los objetivos del plan estratégico han sido asumidos por la comisión de trabajo del Fite recién creada con la participación de los gobiernos central y autonómico, los agentes sociales, la Cámara de Comercio y la Diputación Provincial. Entre sus funciones, figura "actualizar el análisis de fortalezas, oportunidades, amenazas y debilidades de la provincia para orientar las estrategias del presente y futuro". Para Almalé es "evidente" que los principios del plan estratégico se tienen en cuenta en el organismo recién creado.

El plan estratégico anunciado en 2019, definido entonces como "potente y realista", debía servir de "hoja de ruta" para el desarrollo provincial de la próxima década. En una primera fase, debía estudiar la evolución provincial durante los últimos años y hacer un diagnóstico de futuro. El documento se quería poner en marcha ante la constatación de que "el Fite debe reformularse tanto en forma como en fondo, incorporando un proceso de evaluación que permita arrojar datos sobre aciertos y errores y fórmulas de mejora".

El plan debía fijar los nuevos criterios de ejecución del Fite, que podrían pasar por eliminar líneas ineficientes y por reforzar otras que han dado buen resultado, entre las que se ponía como ejemplo al aeropuerto de Teruel. Se defendía "un modelo que no necesariamente recurra constantemente a nuevos proyectos, sino en el que se perfeccione lo que ya se sabe hacer bien".

Respecto al plan que debía redactar el Circe, Ricardo Almalé admitió que ha habido "complicaciones administrativas" que han frenado su encargo al afectar a competencias de distintos departamentos. Para agilizar su encargo, se ha incluido una partida "nominativa" de 100.000 euros en los presupuestos de la Comunidad de 2022. Pretende "facilitar la diversificación de la economía y el mejor aprovechamiento de los recursos naturales" utilizando financiación europea.

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