teatro

Una actriz turolense se forma en Praga con la mirada puesta en Pozondón

Sandra Dalda, becada en la Academy of Performing Arts de la capital checa, funda su propia compañía y escribe una obra con el mundo rural de trasfondo.

Sandra Dalda, a la izquierda, con su compañera de 'Po company', Begoña Puentes, en una escena de 'Borrador'.
Sandra Dalda, a la izquierda, con su compañera de 'Po company', Begoña Puentes, en una escena de 'Borrador'.
Heraldo.es

Dos jóvenes actrices en la recta final de su formación, la turolense Sandra Dalda y la almeriense Begoña Puentes, han decidido crear su propia compañía de teatro, ‘Po company’, desde la Academy of Performing Arts de Praga, el prestigioso centro en el que completan su periplo formativo. Ante la perspectiva de que, una vez terminados los estudios de arte dramático, será difícil encontrar un trabajo -una dificultad agravada por la pandemia-, las dos intérpretes han creado su propio grupo y han escrito la obra con la que quieren estrenarse sobre las tablas, ‘Borrador’. La pieza, dirigida por Sixto Abril, está ambientada en Pozondón y gira en torno a dos jóvenes, Anna y Leire, que siguen los pasos que recorrieron sus abuelas, Carmen y Nina, cuando partieron del mismo pueblo con el anhelo de hacer realidad su vocación dramática.

Sandra, que dio sus primeros pasos en los escenarios con el grupo T de Teatro, de Teruel, inició los estudios de arte dramático en la exigente Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad) de Madrid y durante este curso los complementa en Praga. Señala que, al afrontar la recta final de su formación dramática -le queda un último curso para terminar-, no puede evitar “miedos e inseguridades” ante la gris perspectiva del mundo laboral. Señala que, como natural de una provincia despoblada, ha tenido más dificultades que los jóvenes que aspiran a ser actores y actrices en las grandes ciudades, donde disponen de una amplia oferta académica.

La joven actriz turolense y su compañera Begoña Puentes, que se han inclinado por el teatro gestual, han escrito su primera obra en torno a las tribulaciones de dos jóvenes que, como ellas, intentaron abrirse hueco en los escenarios partiendo de la España Vaciada. ‘Borrador’ muestra cómo Anna y Leire recuperan la peripecia de sus abuelas a través de cinco personajes que se suceden en el escenario interpretados por Sandra y Begoña. La obra, con continuos ‘flash-back’, combina los textos con una intensa faceta gestual que ayuda a identificar a los personajes y sus personalidades.

Pensando en que el próximo verano la covid-19 pueda dar un respiro al teatro, ‘Po company’ ha enviado el dosier de su primer montaje a los posibles programadores, que, aunque muestran interés por la obra, esperan antes de contratarla ver cómo evoluciona la pandemia.

Sandra Dalda explica que el montaje tiene guiños reivindicativos para denunciar la desigualdad de oportunidades entre los medios rurales y los urbanos, también en el mundo del espectáculo y particularmente para la mujer. Empieza por fijar el punto de partida del relato en Pozondón, una pequeña localidad de la Sierra de Albarracín. Su intención es ofrecer ‘Borrador’ a los ayuntamientos y asociaciones del mundo rural para que puedan disfrutar de un montaje dramático fresco e innovador.

Si las limitaciones de movimiento impuestas por la pandemia lo permiten, el próximo junio acabará la estancia en la Academia de Praga y las dos actrices regresarán a España para completar su aprendizaje en la Resad e intentar hacer de su vocación teatral un oficio. Sandra Dalda explica que el centro dramático checo, con una formación “brillante”, ha sido la guinda para completar su capacitación interpretativa. Ahora sueña con que ‘Po company’ sea el vehículo que las conduzca a ella y a su compañera Begoña al mundo laboral con ‘Borrador’ como billete.

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