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Jabaloyas: el embrujo aparece en cada esquina

La tradición de las brujas locales, con múltiples interpretaciones, tiene huellas igualmente hechiceras en la hostelería de Carmen o Marisol, el entusiasmo del alcalde o el gracejo de Pilar.

Jabaloyas emerge al sur de la sierra de Albarracín, a la sombra del pico Jabalón; tierra de labradores, pastores y, según la tradición oral, brujas. "A ver, de las brujas no hay nada documentado –apunta Javier Gaspar, con raíces en Albarracín y asentado en Jabaloyas desde hace 14 años– y cada cual tiene su teoría. Hay que recordar que el pueblo tenía mala comunicación, los problemas médicos no eran fáciles de atender y había mujeres que las resolvían con ungüentos y remedios. La mujer siempre tuvo un papel fuerte aquí, es zona de matriarcado, y de ahí pudieron salir muchos diretes; ellas trabajaban el huerto, manejaban los animales, negociaban y llevaban las cuentas de la casa. El hombre se limitaba a ayudar en el campo".

Javier, abogado de profesión y jubilado en la actualidad, pasó su niñez en Albarracín y tuvo un despacho en Zaragoza. Carmen Dumont, su compañera, trabajaba en una financiera en Valencia, con notable éxito, pero justo antes de cumplir los 40 decidió dar un cambio radical a su vida para asentarse en Jabaloyas; también tiene raíces en la capital de esta comarca. Ahora es ella la que lleva Las Leyendas del Jabal, alojamiento rural de fábula con un elemento distintivo: la comida de Carmen, con mención especial para los opíparos desayunos caseros, acompañados de charla vasta y pluritemática.

Jabaloyas sujetó la despoblación mucho tiempo a mediados del pasado siglo por un hecho singular: el usufructo de los pinos del término era de todo el pueblo, gracias a la herencia de una acaudalada propietaria que determinó que el reparto de beneficios fuese inversamente proporcional a los ingresos de cada casa. Hubo sus problemas por los matices y las normas, pero la caída del valor de esta madera en la actualidad ha alejado los conflictos del pueblo. Ahora hay otros retos.

De Sierra Nevada al Jabalón

Enrique Alvarez es alcalde de Jabaloyas desde el pasado mes de agosto; era teniente de alcalde de Antonio Sánchez y asumió en funciones el cargo de primer edil al fallecimiento de Antonio. Luego fue ratificado en votación local y ahora quiere seguir apoyando el crecimiento del pueblo. "Hay cosas que arreglar y debemos estar atentos para obtener subvenciones; hemos arreglado la vivienda encima del médico, al lado de la iglesia, y queremos alquilarla, ya hay una pareja de jóvenes interesada. El Habitate, antigua peña, se ha rehabilitado; faltan los muebles y la calefacción, con vistas al mismo objetivo".

Enrique llama a Jabaloyas El Último Paraíso, y eso que él viene de otro. "Soy de Granada, de Santafé; viví 46 años en Barcelona. Mi esposa Carmen tiene raíces aquí, vine por primera vez en 1990 y desde 2004 estoy empadronado. Recuerdo la primera mañana que pasé aquí: vi el Jabalón nevado y me recordó a Sierra Nevada. Esto engancha: la gente que viene por aquí, repite".

Los proyectos se agolpan. En la antigua escuela se quiere hacer dos viviendas arriba y un centro recreativo y de servicios; la carrera ciclista Brujas Bike tendría allá un centro asistencial. Con el tema brujo se organiza también un solsticio para San Juan en lo alto del Jabalón si hace buen tiempo, con hoguera incluida. Ahí se apuntan todos, incluyendo a Pilar, la más mayor del pueblo, con 89 años: le bromean llamándole la Bruja Mayor. "Desde pequeña me crié en el monte, como un lobo, mis padres eran carboneros; tuve gorrinas de cría y luego cuidé ovejicas a biberón, acabé teniendo muchas, las pastoreábamos entre mi hermano y yo. Mi marido murió, pero tengo a mis vecinos que son buenísimos, me quieren mucho".

Una de esas vecinas es Marisol Tristán, de Alicante, asentada desde 2016 en Jabaloyas. Su pareja, valenciano, adoraba esta sierra, se compró una casa y la están rehabilitando, vienen por la zona desde hace 15 años. Lleva Los Diezmos, bar y restaurante con 4 habitaciones. "Me gusta escuchar a los mayores, sus historias son tremendas. Para ganar algo extra, hago colgantes en casa; los he vendido durante años por los pueblos en fiestas, y ahora los tengo aquí en el bar, ya no me muevo los veranos porque aquí nos ponemos en 400 personas".

El pueblo tiene una reivindicación: que se acabe la carretera a Valdecuenca, salida natural hacia Teruel, que se quedó a medias tras la muerte de Antonio Sánchez, con presupuesto ya concedido. "Las obras ha parado en un bifurcación; es peligroso, sobre todo de noche o con mal tiempo".

En datos

Comarca: Sierra de Albarracín

Población: 65

Distancia a Teruel: 45 km

Los imprescindibles

Iglesia fortificada

La iglesia amurallada de la Asunción (siglo XV) es de un tamaño considerable, y vertebra el caserío de Jabaloyas. No hay muchas así en España. La confluencia de tres reinos y la recaudación de impuestos pudieron motivar esta opción.

La Casa de la Sirena

La Casa de la Sirena, con su enigmático escudo y el relieve selenita de la portada, es uno de los atractivos locales para el visitante. Acerca de su naturaleza se dice un poco de todo; se cree que era una casa de citas.

Arrecifes de coral

Es sabido que extensas áreas de la península ibérica formaron parte en épocas remotas de arrecifes coralinos comparables a la Gran Barrera Australiana. En Jabaloyas hay ejemplos muy bien conservados de arrecifes coralinos.

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