"Dejen el tabaco y rallen una trufa negra en sus platos, verán que no resulta tan cara"

El preciado hongo se vendió este domingo en Teruel a 750 euros el kilo en el mercado abierto por empresarios turísticos y productores.

El público, que llenó la planta baja del antiguo Banco de España, pudo comprar y degustar trufa
El público, que llenó la planta baja del antiguo Banco de España, pudo comprar y degustar trufa
A.G./Bykofoto

La planta baja del antiguo Banco de España en Teruel se convirtió este domingo en un mercado de trufa fresca en el que productores y empresarios turísticos desplegaron todo su ingenio para convencer al público de que espolvorear sobre sus platos preferidos unos cuantos hilos de este preciado hongo no es una cuestión de dinero.

El mercado recibió una afluencia masiva de visitantes, tanto vecinos de Teruel como turistas que se refugiaron en el edificio del Banco de España del fuerte viento y el frío reinantes en la ciudad durante toda la mañana. "Se nos ha quedado pequeño el lugar", reconocía con satisfacción Raquel Herrero, miembro de la organización.

La trufa negra, cuyo cultivo comenzó en la comarca de Gúdar-Javalambre pero se extiende ya por casi toda la provincia, se vendió este domingo a 750 euros el kilo. Muchos de los compradores optaron por unidades de pequeño tamaño a la espera de conocer todas sus propiedades culinarias antes de aventurarse con piezas mayores. Fue el caso de Inma Martí, de Valencia, que gastó 17 euros en una trufa y se propuso a sí misma "perder el miedo a este producto que huele tan bien y ofrece tantas posibilidades". Un vecino de Teruel, Salvador Alamán, también compró trufa por primera vez y valoró que la producción de este hongo "está generando mucho empleo y eso hay que tenerlo en cuenta".

Hasta en los cócteles

El mercado incluyó una sesión de cocina en vivo en la que profesores y alumnos de la Escuela de Hostelería de Teruel –que cumple 25 años– demostraron que la trufa mejora cualquier plato, ya sea arroz, huevos, carnes o pescados, e incluso cócteles. "Dejen a un lado el tabaco y rallen una trufa negra en sus guisos preferidos, verán que no es tan cara", recomendó la profesora de dicho centro de formación de futuros restauradores Rosa Galindo.

El chef Diego Laso, del restaurante Momiji de Valencia, enseñó al público algunos trucos para degustar la trufa siguiendo los principios de la cocina japonesa, que aboga por aprovechar lo que da la tierra, preservar el sabor original de los ingredientes y aromatizar los platos, para lo cual la trufa es "un producto estrella".

Productores y comercializadores de trufa destacaron el importante trabajo que hay detrás de cada hongo, pues los campos de encinas micorrizadas no dan fruto hasta pasados un mínimo de 10 años. "Todo empieza en familia, con el campo del abuelo que está baldío, pero después hay que tener un proyecto claro y ser constante, no desfallecer antes de lograr una cosecha", explicó María Martínez, de Trufas Cella. Otro productor, Gerardo Blasco, de Calamocha, aplaudió la celebración del mercado, que alcanza ya su séptima edición, en un sitio cubierto, "porque el mal tiempo ha arruinado en más de una ocasión la iniciativa".

Una ruta por 58 bares y restaurantes
Un total de 58 bares y restaurantes repartidos por toda la provincia participan en las VII Jornadas Gastronómicas de la Trufa Negra de Teruel, que tuvieron este domingo su arranque en el mercado organizado en el antiguo Banco de España. De ellos, 37 están ubicados en la capital y 21 en otras localidades. Como novedad, este año se ha sumado la comarca del Matarraña con dos hoteles con encanto que incorporan la trufa a sus menús.

Con el objetivo de convertir la provincia en un destino gastronómico en torno a la trufa, todos los establecimientos hosteleros implicados elaboran platos especiales con este ingrediente como protagonista desde el pasado viernes. Hasta el día 10 de febrero, se podrán degustar hasta 36 versiones de tapas con trufa a un precio de 2,50 cada una. Hasta el 3 de marzo se servirán también raciones a precios de entre 5 y 25 euros, mientras que una veintena de restaurantes ofrecen menús a partir de 30 euros.

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Teruel, Juan Ciércoles, destacó que la finalidad de las jornadas "es que todo el mundo conozca el ‘oro negro’ que tenemos en la provincia". "La trufa –continuó– es un auténtico diamante culinario que debemos saber promocionar y convertir en un gancho para atraer visitantes al territorio".

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