Último test antes de la Copa del Rey

El CV Teruel intentará derrotar al colista con el fin de sumar puntos y llegar al torneo del KO con buenas sensaciones

El CV Teruel celebra un tanto en un reciente partido en el pabellón turolense Los Planos.
Último test antes de la Copa del Rey
Antonio García/Bykofoto

El CV Teruel, en cabeza de la tabla de la Superliga, medirá hoy sus fuerzas con el colista, el Intasa San Sadurniño, en el que será el último partido antes de viajar a Melilla la próxima semana para disputar la Copa del Rey. En el encuentro, a partir de las 19.30 en tierras gallegas, el conjunto naranja intentará derrotar al rival con dos objetivos, sumar puntos que le aseguren terminar la liga regular como líder y llegar al torneo del KO con buenas sensaciones.

Pese a que el choque enfrenta al primero y al último de la clasificación, el entrenador del CV Teruel, Miguel Rivera, no quiere que sus jugadores salgan a la pista confiados. "Es una cancha complicada, fría, pequeña y oscura, en la que el rival querrá ganar a toda costa ante su afición y nos plantará cara", advirtió ayer. El Intasa San Sadurniño no atraviesa su mejor momento, pues, además de haber sufrido alguna baja, tras vencer al principio de la liga al Río Duero Soria y al Barça ha acumulado doce derrotas. Sin embargo, el técnico turolense ha aleccionado a los suyos "para que se centren en el partido, en su juego y no bajen la guardia en ningún momento".

Rivera prefiere no hablar de revalidar el título copero hasta haber resuelto el choque de esta tarde. "Para nosotros es muy importante ir sumando puntos, partido a partido; el domingo empezaremos a pensar en la Copa de Rey, hasta entonces, nada", afirmó el preparador.

Toda la plantilla naranja está disponible a excepción del colocador Pedro Rangel, que sigue con molestias en el tobillo tras sufrir un esguince en uno de los últimos partidos. El mexicano ha empezado a entrenar con los suyos esta semana, pero Rivera no quiso despejar ayer la duda de si el colocador saldrá hoy a la pista gallega.

A priori, el camino para que el CV Teruel acabe la liga como líder indiscutible tiene muchas llanuras, pues su eterno rival y número dos en la tabla, el Unicaja Almería, aún debe enfrentarse a los huesos más duros de roer en la clasificación, como el Ube L’Illa Grau de Castellón –en quinta posición–, el Urbia Voley Palma –cuarto–, Río Duero Soria –octavo– o Ushuaïa Ibiza Voley –tercero–.

No obstante, Miguel Rivera rechaza fijarse en la trayectoria de los demás rivales para hacer cálculos y sacar partido de ella. "Lo único que cuenta es nuestro esfuerzo para obtener victorias. No pensamos en distanciarnos cuanto más del siguiente en la lista. Ellos llevan su recorrido y nosotros el nuestro", subraya el técnico naranja.

Tras viajar a Valencia para tomar el avión con destino a Santiago de Compostela, el CV Teruel se encuentra desde ayer tarde en San Sadurniño, un municipio de la comarca de El Ferrol de apenas 3.000 habitantes que, sin embargo, ha logrado aupar a su equipo de voleibol a la primera competición nacional. Hoy por la mañana entrenará para el partido de esta tarde.

"El equipo tiene que salir a la pista con una motivación extra, porque el rival juega en su casa; no podemos ni por un momento dejar de pensar en la victoria", destacó el presidente del Club Voleibol Teruel, Carlos Ranera. "Nuestro objetivo ha de ser siempre ganar y seguir manteniendo distancia, aunque juguemos contra el último", añadió Ranera, quien mostró su preocupación porque las diferentes dimensiones del pabellón municipal de San Sadurniño puedan afectar al juego del CV Teruel.

La plantilla celebra estos días que su capitán, Thomas Ereu, haya sumado 100 partidos en el CV Teruel entre Superliga, Champions y Copa CEV, una cifra que lo convierte en un experimentado jugador de la escuadra naranja.


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