La Audiencia Provincial de Teruel ha ratificado una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número tres que anula una cláusula con un suelo del 3% de interés de una hipoteca de Caja Rural de Teruel al no quedar acreditado que el demandante conociera a fondo las condiciones de dicha cláusula. El fallo recoge que este consumidor no iba nunca al banco y que las negociaciones para el préstamo hipotecario las llevó a cabo quien entonces era su esposa, por lo que no se cumplen los requisitos de transparencia que exige el Tribunal Supremo.

La Audiencia condena a la entidad financiera a devolver al demandante la cantidad cobrada en exceso, que asciende a más de 11.000 euros, por los conceptos de aplicación de dicha cláusula suelo y de gastos de notaría. La abogada que ha defendido al consumidor, Paula Edo, afirmó este martes que el tribunal ha considerado que Caja Rural de Teruel no veló porque los dos esposos fueran conscientes de lo que suponía la cláusula suelo.