Ocho pueblos del Bajo Martín, sin agua de boca otra vez por la turbidez del suministro

Los niveles de suciedad todavía son inestables aunque se espera que la situación remita pronto. Las restricciones llegan dos semanas después de que las lluvias obligaran a tomar medidas similares.

Híjar.
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Un total de seis mil quinientos vecinos pertenecientes a ocho pueblos de Bajo Martín y Andorra Sierra de Arcos no tienen agua potable desde el domingo. El nivel de turbidez del suministro en la potabilizadora, que recibe el agua del pantano de Cueva Foradada de Oliete, vuelve a superar los límites establecidos por Sanidad. La Comarca del Bajo Martín ha aconsejado a los vecinos de todos sus pueblos (salvo Azaila y Vinaceite) que consuman agua embotellada. Son ocho los pueblos afectados: Albalate, Urrea, Híjar, La Puebla, Samper de Calanda, Jatiel, Castelnou y Oliete.

El último análisis del agua de la potabilizadora, que se realizó este lunes, no cumplía con la normativa aunque está previsto que la situación se normalice "de un momento a otro", según indicó Antonio del Río, presidente de la Comarca del Bajo Martín y alcalde de Albalate del Arzobispo. "Hay muchos sitios en los que la turbidez está muy por debajo de lo que nos marca la ley pero en otros no, entonces no podemos dar el paso porque está oscilando todavía y preferimos asegurarnos", explicó Del Río.

La restricción, que solo afecta al agua de boca, se comunicó desde la Comarca a las diferentes localidades el fin de semana esperando que ayer lunes los niveles volvieran a la normalidad, pero no fue así. El próximo análisis se realizará a lo largo de la mañana de este martes.

Las fuertes lluvias de hace dos semanas provocaron que el agua saliera sucia desde el pantano de Cueva Foradada hacia la potabilizadora y llegue turbia hasta las localidades de la zona. "El pantano todavía no está estabilizado del todo. Hemos conseguido normalizar la situación durante toda la semana, pero el agua todavía está alborotada", explicó Del Río.

"El último comunicado que tenemos es que la turbidez estaba ligeramente por encima de los valores pero se espera que en uno o dos días como máximo estén normalizados y se pueda consumir", aseguro Luis Carlos Marquesán, alcalde de Híjar.

Se trata de la primera vez que desde la Comarca se enfrentan a un problema así. El pantano de Cueva Foradada de hecho venía de un verano muy seco y se encontraba en alerta por posibles restricciones. Del Río aseguró que "solo queda esperar". "Una potabilizadora como la nuestra no puede estar dimensionada para una tormenta récord sino para un servicio normal, por lo que yo creo que tampoco podemos echar la culpa a ningún factor técnico", comentó Pedro Bello, alcalde de La Puebla de Híjar.

Las restricciones han obligado a los vecinos a comprar agua embotellada. A pesar de eso, Marquesán asegura que la gente "es bastante consciente de lo que hay y de la situación del pantano". En una misma línea se situó Bello, quien comentó que en La Puebla hay "mucha tradición de beber agua embotellada", por lo que no ha supuesto un gran problema para los vecinos, que "se lo toman con la mayor filosofía posible".

En este sentido, Marquesán aseguró que no se prevén soluciones alternativas puesto que se trata de algo temporal. "Si fuese más allá a lo mejor tendríamos que plantearnos algo", comentó, aunque tanto él como Bello se mostraron esperanzados de que la situación remita pronto. En otras situaciones similares, pueblos afectados por falta de potabilidad o suministro han pedido agua a la Diputación Provincial de Teruel, que la suministra a través de cubas que transportan los bomberos.

Estos mismos municipios de la Comarca del Bajo Martín y Andorra Sierra de Arcos ya se vieron afectados por este mismo problema junto a otros municipios como Alcañiz hace dos semanas, cuando unas fuertes tormentas causaron diferentes daños en todo el Bajo Aragón Histórico. En esa ocasión, el agua fue declarada no potable en la capital bajoaragonesa durante dos días porque la turbidez afectaba a la canalización entre el pantano de Calanda y la ciudad. Aquí tampoco se tomaron medidas extraordinarias para facilitar suministro a la población afectada, 17.000 habitantes. La situación provocada por las intensas lluvias que se prolongaron durante dos días fue extraordinaria, afectando también a varias localidades del Matarraña. En Mazaleón, Lledó y Arens de Lledó se tomaron medidas alternativas y los bomberos hicieron viajes para llenar los depósitos de agua apta para el consumo humano.

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