Localizada una necrópolis con 20 túmulos funerarios íberos en Aguaviva

Uno de los enterramientos se ha excavado y ha aportado restos humanos y fragmentos de brazaletes metálicos, entre otros materiales.

Excavación de uno de los túmulos funerarios localizados en Aguaviva.
Excavación de un túmulo funerario en Aguaviva.
C. P. I. A.

Una prospección arqueológica ha localizado una necrópolis íbera en Aguaviva con veinte túmulos funerarios, uno de los cuales ha sido excavado y ha aportado restos humanos y piezas metálicas, entre ellas fragmentos de brazaletes. Los primeros datos apuntan a que se remonta al siglo VI antes de Cristo.

Esta semana finalizarán los trabajos de la primera campaña de estudio y excavación de la necrópolis de Vall dels Moliners de Aguaviva que fue detectada este año tras el hallazgo de fragmentos de piezas metálicas de adorno (en su mayor parte brazaletes) en un pequeño montículo en el que se realizaron recientemente movimientos superficiales de tierra para el acondicionamiento de caminos de acceso a unos campos de labor de la zona. Estos movimientos de tierra destruyeron algunos túmulos funerarios hasta ahora no documentados si bien todavía parecen conservarse, alineados en la parte superior del montículo, en torno a una veintena de tumbas de época ibérica.

Los enterramientos presentan características muy similares a los túmulos de la necrópolis de El Cabo de Andorra sobre los que el mismo equipo que interviene ahora en la Vall dels Moliners publicó una detallada monografía en el año 2015. La necrópolis descubierta en Aguaviva parece estar en relación, dada su proximidad, con un asentamiento ibérico de grandes dimensiones, denominado Vilarets, ubicado a apenas 1 kilometro al este de su núcleo urbano.

Los trabajos hasta ahora realizados en la Vall dels Moliners se han centrado en la excavación de un túmulo de planta circular de 3,80 metros de diámetro, construido mediante un empedrado de mampuestos de caliza dispuestos en dos anillos concéntricos, del que ha desaparecido su tramo meridional como consecuencia de la erosión y la pendiente del terreno. En el interior del túmulo, que no dispone de cámara sepulcral o cista ni, por el momento, de urna funeraria de cerámica, se han localizado restos de huesos humanos incinerados junto a algunos fragmentos de brazaletes y objetos metálicos de adorno de cobre o bronce también muy afectados por el fuego.

Además del túmulo se ha excavado y documentado un pequeño depósito de cenizas con numerosos fragmentos de piezas y adornos metálicos semi fundidos en el que están ausentes los restos de huesos y cerámicas y cuya funcionalidad, que ahora desconocemos, será objeto de estudio. Por las características de la necrópolis y los hallazgos hasta ahora efectuados parece probable que pueda datarse en torno al siglo VI a. C. si bien está previsto realizar dataciones por el método de carbono 14 para confirmarlo.

Esta necrópolis presenta una características distintas a las de los tramos bajos del ríos Guadalope, Matarraña y Algás y del Maestrazgo (caracterizadas por la presencia de cistas o cámaras sepulcrales excéntricas) y parece formar parte de un conjunto de necrópolis con tumbas de empedrados circulares que se ha documentado recientemente en lugares como Andorra, La Ginebrosa o Aguaviva y cuya presencia quizás pueda relacionarse con el camino natural del Bergantes hacia el Mediterráneo.

La actuación en la necrópolis de la Vall dels Moliners está promovida por la Asociación Parque Cultural del Maestrazgo en colaboración con el Ayuntamiento de Aguaviva y el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón y se inscribe dentro del programa de investigación del mundo funerario ibérico de esta última entidad. La excavación y estudio de esta necrópolis está dirigida por el arqueólogo José Antonio Benavente, gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, y en ella participa un equipo integrado por los arqueólogos Salvador Melguizo, de la Universidad de Zaragoza y Raimon Graells del Museo de Mainz (Alemania) y el antropólogo Ignacio Lorenzo.

En los trabajos colaboran así mismo voluntarios de Aguaviva y del Taller de Arqueología de Alcañiz. La intervención se financia gracias a una ayuda del programa de investigación del Patrimonio Cultural Aragonés del Gobierno de Aragón concedida a la Asociación Parque Cultural del Maestrazgo por un importe de 3.568 euros, lo que supone el 80% del presupuesto inicialmente previsto para la intervención de este año.

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