Beatriz Rico: "En Teruel cada rincón es un plató mágico"

La actriz –y cantante, en su banda Rico & Roll–, participó en el II Rally Cinematográfico Desafío Buñuel, celebrado en Teruel. Actualmente representa, y desde hace dos años, por toda España ‘Antes muerta que convicta’, un espectáculo muy especial.

La actriz Beatriz Rico, en Teruel, donde ha rodado el corto 'The Possible Imposibilities'.
La actriz Beatriz Rico, en Teruel, donde ha rodado el corto 'The Possible Imposibilities'.
Heraldo

¿Cómo ha sido la experiencia de rodar en Teruel un corto exprés en 48 horas para Desafío Buñuel?

Nunca he visto trabajar con tanta alegría, entrega y pasión como lo ha hecho el equipo de Turquía con el que he rodado. Lo que más me ha llegado de este rally es que aunque ha sido una competición no ha habido para nada ambiente de enfrentamiento, todos los grupos éramos uno. Este compañerismo ha sido el claro ejemplo de lo que digo siempre: "Si uno trabaja en lo que le gusta, no tendrá que trabajar ni un solo día".

Siguiendo este dicho, ¿qué ha significado para usted este rally cinematográfico?

En el mundo del cine, y sobre todo en los cortometrajes, estás tan poco tiempo rodando que se crean unos vínculos muy fuertes, pero muy breves. Para mí ha significado mucho, por eso, ojalá me llamen para otro Desafío Buñuel y en vez de rodar en 48 horas, sea el reto de una película en varias semanas. Esa ha sido mi sensación, me he quedado con ganas de más.

¿Qué destaca por encima de todo?

Tres cosas. La organización, porque con todos los que somos no se les escapa nada. La profesionalidad de mi equipo y de todos, aún siendo gente tan joven, y la experiencia de estar en Teruel y rodar aquí, donde cada rincón es un plató mágico. Añado una más: la unión y compromiso entre todos los equipos, porque lo importante para ellos ha sido contar su historia y disfrutarla, la competición ha quedado a un lado.

¿Le ha gustado entonces la ciudad?

Lo que me ha encantado es que la gente te saluda por la calle, cosa que en Madrid no pasa porque es más fría. Aquí paraban los coches para desear suerte a los que participábamos o venían a los rodajes. Me recuerda un poco a mi tierra, Asturias, donde se vive en un ambiente familiar con mucho cariño, te sientes muy querido desde el momento en el que llegas.

¿Cree que los cortometrajes en el mundo del cine tienen el reconocimiento que se merecen?

Siempre intento ver la botella medio llena, pero es que en este caso creo que es así. Un corto es difícil que sea comercial, pero destaco dos cosas por las que el mundo del cortometraje me apasiona. Primero, tienen un trasfondo, un mensaje que transmitir y eso para mí es más importante que ganar dinero y tener éxito. Segundo, la mayoría de los directores son gente muy joven y para ellos es una plataforma donde exhibirse en muchos festivales, además no se necesita tanto presupuesto como en un largometraje. Prima más el talento que los medios.

¿El mensaje que transmiten es suficientemente reivindicativo?

Depende. Hay algunos que veo y pienso que les hubiera dado una vuelta de tuerca más, pero también entiendo que hay que llegar al gran público. Hay veces que los mensajes son sutiles, a mí me gusta más el mensaje directo, pero eso reside en el gusto de cada uno, no hay una opción mejor y algo siempre queda.

¿Qué consejo daría a los jóvenes que estén iniciándose en el mundo del cine o sueñen con ser actores y actrices?

Que nunca tiren la toalla. En esta profesión te caes, te levantas, te vuelves a caer y llega un momento en el que ya no te caes más. Pero tiene que ser muy vocacional, el objetivo no puede ser solo aspirar a ser famoso. Se quedan dentro los que a pesar de las adversidades resisten e insisten porque de verdad es vocacional. Por otra parte, aunque pueda parecer más superficial, si quieren triunfar hay que estar en el cotarro, que es Madrid, y currarte un castin tras otro.

¿Y a los que se quieran lanzar con una iniciativa como Desafío Buñuel?

Que se unan al Desafío, hay que hacer piña. Que en solo dos años el Rally Cinematográfico haya llegado hasta este nivel profesional es algo brutal. El trabajo del director, de Esteban López Juderías, es tremendo. Que se unan a él porque la idea es genial.

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