Los afectados por la declaración de El Palao como zona protegida preparan alegaciones

Los afectados por la futura declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del yacimiento de El Palao de Alcañiz, cuya tramitación acaba de comenzar, ya están preparando alegaciones. La protección del asentamiento íbero-romano afectará a agricultores cuyos campos pasarán a estar en una zona protegida en la que cualquier cambio que suponga una afección en el subsuelo debe comunicarse a la comisión de Patrimonio de DGA y superar un control arqueológico que, depende de qué se detecte, podría paralizar algún proyecto. Por ejemplo, se debe recibir su visto bueno para cuestiones como cambiar el cultivo de sus tierras, realizar unas zanjas o construir una granja o una nave agrícola. "Algo tan simple como cavar para arreglar un reventón de una tubería debe contar primero con la aprobación de Patrimonio. Significa tiempo de espera y después, estar en vilo de qué nos dirán", comenta el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal Calanda-Alcañiz, José Miguel Ayuda.

El sector se ha agrupado para presentar alegaciones conjuntas contra una delimitación que consideran "muy desproporcionada" y para la que desde la Consejería de Cultura no se les ha consultado. Ahora están revisando la documentación con sus abogados. Se han unido tanto los propietarios como la Comunidad de Regantes, la cooperativa Virgen de los Pueyos de Alcañiz y los sindicatos UAGA, Asaja y UPA. Esta misma semana se han reunido con el alcalde alcañizano, Juan Carlos Gracia Suso, para explicarle la situación y pedir ayuda al Consistorio aunque toda la tramitación depende del Gobierno de Aragón. Algunos afectados sí que han solicitado, de forma particular, una reunión con la Consejería de Cultura de la DGA. Las propias tierras donde se ubica El Palao son también de propiedad privada.

Un año y medio de tramitación

Cultura de la DGA ya ha iniciado el expediente para declarar BIC todo el asentamiento íbero-romano de El Palao, que se sitúa a unos cinco kilómetros al suroeste de la ciudad de Alcañiz dirección a Calanda y Castelserás. La solicitud la inició el Taller de Arqueología de Alcañiz hace ya varios años.

Más allá de la protección y delimitación del perímetro del propio yacimiento, la antigua ciudad ibero-romana, la declaración también afectará a su entorno al delimitarse con la misma protección. En total, quedarían bajo el amparo del BIC alrededor de 150 hectáreas que rodean las tres zonas consideradas como bien del yacimiento arqueológico.

El procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural a El Palao tiene un plazo máximo de 18 meses cuya tramitación más compleja se prevé que sea la de las alegaciones.

En materia patrimonial significará la protección y delimitación del yacimiento, un trámite que se considera necesario para su futuro. Se delimita el perímetro de la antigua ciudad, cuyo papel en la zona era similar a la que tiene ahora Alcañiz en el Bajo Aragón histórico como capital de referencia.

Además del cerro también se dará protección a dos cordones alargados de rocas situados en dos extremos de la antigua ciudad. En ambos aparecen restos de época ibérica y en uno de ellos también más antiguo, prehistóricos.

El Palao constituye el enclave urbano de mayor tamaño existente en el Bajo Aragón en época íbero-romana y está apenas excavado, tan solo en un 5%. Una antigua ciudad monumental fortificada en la que todo tiene grandes dimensiones. Actualmente se está llevando a cabo un proyecto de investigación sobre los orígenes del aceite en el Bajo Aragón cuyo avance depende de ayudas públicas.

Por ello, desde el Taller de Arqueología de Alcañiz siguen reivindicando que El Palao, de propiedad privada, pase a manos públicas, lo que facilitaría la llegada de subvenciones que permitan seguir excavando y estudiando el cerro. El poblado se asienta sobre un estratégico cerro amesetado y aislado desde el que se domina un extenso territorio.