La restauración del muro musulmán pone en marcha el plan director del castillo de Albalate

La rehabilitación integral costará 2,4 millones, una inversión que se organiza en 21 fases y que contempla eliminar del monumento la plaza de toros y la pista de baile

El guía José Antonio Aragón, en una estancia del castillo de Albalate del Arzobispo
El guía José Antonio Aragón, en una estancia del castillo de Albalate del Arzobispo
Alicia Martín

Las empresas interesadas en restaurar el muro islámico del castillo de Albalate del Arzobispo por 60.000 euros pueden presentar sus ofertas hasta el 3 de septiembre. Será la primera actuación enmarcada en el plan director para la conservación y rehabilitación de la fortaleza, que incluye 21 actuaciones que deberán realizarse por orden de importancia. Para llevarlas a cabo y completar así la recuperación total del edificio, serán necesarios 2,4 millones de euros aproximadamente, según recoge la hoja de ruta, recién presentada.

Marta Clavería, una de las arquitectas que formó parte del equipo redactor del documento, señaló que es "prioritario" recuperar las edificaciones islámicas, que hasta ahora eran desconocidas. Aunque indicó que es "difícil" valorar lo más urgente. La restauración de la fase musulmana del monumento tiene un plazo de ejecución de tres meses. En segundo lugar, dentro de las edificaciones de carácter medieval, se tratará de ir recuperando todos aquellos elementos que tengan patologías, que según Clavería son "muchos".

El muro islámico está situado en la parte este del castillo, frente a la plaza de toros y cerrando el patio interior. Presenta lesiones estructurales porque está "muy perforado". Esta actuación está será financiada por la Dirección General de Patrimonio.

También están previstas otras dos actuaciones. La primera de ellas tendrá un valor de 130.000 y se centrará en recuperar dos de las zonas más deterioradas. Se trata de un lateral del muro exterior del castillo, cuyas piedras están muy desgastadas, y el horno, situado en la zona alta del edificio y cubierto por una infraestructura. La segunda actuación prevista permitirá instalar en la sala de caballerizas, que hasta los años 60 albergaba los depósitos de agua, el Centro de Interpretación del Alabastro, que está pendiente de licitación.

Para fases posteriores quedará la situación de la plaza de toros y la pista de baile de la localidad. Ambas edificaciones se sitúan en el mismo recinto que el castillo y según Clavería son "elementos distorsionantes" que debido a la proximidad con el castillo "desvirtúan la lectura del mismo". "Hay que ver cómo pueden gestionarse para que el castillo vuelva a tener protagonismo frente a los otros elementos sin tener que eliminarlos del todo", comentó.

El documento sugiere eliminar tanto la pista como la plaza de toros en el futuro, puesto que se sitúan dentro de lo que sería el recinto inicial del castillo. No obstante, Clavería señaló que es una situación que hay que estudiar para encontrar una adecuada solución. El alcalde de Albalate, Antonio Del Río, insistió en que eso "queda muy lejos todavía" y que se trata de un edificio de gran valor para Albalate.

Las actuaciones previstas en el documento permitirán que el castillo tenga mayor presencia en la vida social y cultural del municipio además de ser un valor añadido para la economía de la zona a través del turismo. A este respecto, el alcalde de Albalate insistió en que "todo lo que se puede hacer allí se hace", refiriéndose a las distintas exposiciones y actos que albergan sus salas a lo largo del año para aprovechar este espacio municipal.

Edificio singular

El castillo tiene un enorme valor arquitectónico y artístico y es reflejo histórico de la sociedad de Albalate. "Muestra la evolución constructiva de los estilos de Aragón", añadió la arquitecta. Destacó, sobre todo, la antigua capilla de estilo gótico situada en la sala superior, y la torre mudéjar que hace inconfundible la silueta de la fortaleza.

Los orígenes de esta construcción, declarada en el año 2006 Bien de Interés Cultural (BIC), datan del siglo VIII. No obstante, el hallazgo de cerámicas romanas indica que la localización del castillo, situado en una loma con vistas privilegiadas al discurrir del río Martín, fue escogida como asentamiento tiempo antes.

El plan director fue elaborado por un equipo interdisciplinar y se realizó a través del Ayuntamiento de Albalate, financiado mediante los presupuestos asignados por el Gobierno de Aragón al Parque Cultural del Río Martín.

Nuevos descubrimientos

El pasado año 2017 se estuvieron realizando algunas actuaciones en el castillo. En abril se saneó la calle de acceso y fue necesario hacer un seguimiento arqueológico al tratarse de un BIC. Fruto de esa intervención se encontraron los restos de un hombre. Al parecer se trataría de un caballero que portaba espada y espuelas, que habría muerto debido a la peste, pues además de ser enterrado extramuros su ataúd estaba relleno de yeso. Los restos se encuentran actualmente en el museo de Teruel.

Pero este no fue el único descubrimiento. "Fue el hallazgo más sorprendente, pero lo importante es que cerca de la plaza de toros, que se construyó en 1921, encontramos material islámico, cristiano y algún fragmento de cerámica romana", comentó Eduardo Díez de Pinos, arqueólogo y miembro del equipo redactor del plan director. Insistió también en que todavía queda mucho por averiguar sobre el edificio.

Los vecinos pudieron conocer algunos detalles hace apenas un mes en una charla sobre las excavaciones realizadas en el castillo, que tuvo lugar en el Centro Cultural y de Formación Alfonso Zapater.

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