La DPT destina 40.000 euros para el programa de mejora ovina

El diputado delegado de Agricultura y Ganadería de la Institución, Andrés Hernández, ha destacado la "estrecha colaboración" existente entre los ganaderos y la Diputación turolense.

Ejemplares de ovino integrados en la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón.
Ejemplares de ovino integrados en la Indicación Geográfica Protegida Ternasco de Aragón.
T. A.

La Diputación Provincial de Teruel (DPT) destina 40.000 euros para el programa de mejora ovina, dado que la actividad ganadera es fundamental como generadora de un buen número de puestos de trabajo y también como partícipe del establecimiento poblacional en el medio rural.

La DPT mantiene desde el año 1989 diversos programas de mejora genética de las razas ovinas autóctonas y que en el presente año 2018 va a volver a ver la luz.

Con una cuantía total de 40.000 euros, el denominado programa de mejora ovina de la provincia de Teruel vuelve a ser una realidad para colaborar económicamente con las entidades gestoras de los libros genealógicos y también con las explotaciones de las razas Rasa Aragonesa, Ojinegra de Teruel, Cartera y Maellana.

De esta forma se continúa, aunque en esta ocasión con una duración anual, al programa puesto en marcha en el año 2012 destinado a apoyar las explotaciones ovinas de las cuatro razas, así como a las entidades gestoras de los libros genealógicos de todas ellas, con el objetivo de incrementar los índices productivos y reproductivos del ganado y reducir los costes de producción de la explotación mediante técnicas de mejora genética, bajo la supervisión y tutela de los Servicios Agropecuarios de la Diputación Provincial de Teruel.

Mejorar los índices

"Nuestra labor de apoyo se extiende los 365 días del año porque compartimos el objetivo de hacer de la ganadería ovina un sector cada vez más puntero, en el que la innovación esté a la orden del día para seguir haciendo de la calidad la principal característica de nuestros productos ovinos", ha indicado.

Con más concreción con relación al programa, el diputado delegado en la materia ha precisado que son cuatro los objetivos principales que se persiguen con esta iniciativa ya extendida en el tiempo: "incrementar los índices de prolificidad, aumentar la fertilidad, reducir los costes de producción, y mantener y mejorar las razas ovinas autóctonas".

Unos propósitos "sobre los que se está avanzando mucho año a año gracias a la buena labor de los ganaderos turolenses y de las entidades gestoras de los libros genealógicos, así como a la modesta colaboración que desde la Diputación Provincial de Teruel prestamos en aquello en lo que podemos ser de ayuda para este sector", ha detallado.

Asimismo, Andrés Hernández ha especificado también que esta línea de subvenciones no es la única que pone en marcha la Institución turolense destinada a "ayudar activamente" en un sector "trascendental para el presente y el futuro" del territorio.

Tal y como recoge el presupuesto de 2018, se incluyen más de 1,1 millones de euros para el sector primario, de los que ha destacado 60.000 euros para ferias, 15.000 euros para el transporte de ganado para las subastas en este tipo de certámenes, 130.000 euros para la reparación de instalaciones ganaderas o los 100.000 euros para el transporte de purines.

Beneficiarios del programa

El programa de mejora ovina en la provincia de Teruel para 2018 recoge hasta 20.000 euros para las entidades gestoras de las razas autóctonas y una cuantía similar para las explotaciones ganaderas beneficiarias. "De esta manera -ha explicado el diputado provincial- ponemos el foco en dos de las patas fundamentales para la mejora del sector".

Además de las entidades gestoras de los libros genealógicos de las razas autóctonas Rasa Aragonesa, Ojinegra de Teruel, Cartera y Maellana, también podrán recibir subvención todas las explotaciones de dichas razas que estén radicadas en Teruel y que reúnan cuatro requisitos específicos.

Tienen que estar inscritas en el libro genealógico de la raza en concreto desde antes del 1 de enero de 2018, poseer un censo total de hembras adultas y de reposición de la explotación de entre 300 y 1.600 cabezas (tomando como referencia los registros del libro de explotación del 1 de enero de 2018), pertenecer a una agrupación de defensa sanitaria de ovino y llevar los controles sanitarios oficiales (con resultados negativos) en lo que se refiere a brucelosis y a la enfermedad de scarpie, y contar con el cien por cien de los sementales de la explotación resistentes frente a la enfermedad de scarpie y al menos un 15 por ciento con genotipo ARR/ARR (R1).

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