Foz Calanda se moviliza para buscar más alumnos en su innovadora escuela

El centro, que aplica un novedoso sistema pedagógico, está al límite de cierre con cinco escolares.

El colegio pasará el curso que viene de los once alumnos de la foto a cinco.
El colegio pasará el curso que viene de los once alumnos de la foto a cinco.
Beatriz Severino

La comunidad educativa de Foz Calanda, una pequeña localidad del Bajo Aragón, se ha movilizado para atraer la atención de nuevos pobladores ante el último y brusco descenso de matrículas. Han pasado de 11 alumnos a 5 para el próximo curso, una reducción que conlleva pasar de dos maestras a una debido al cierre de una de las aulas. Por ello los alumnos han grabado un vídeo bajo el nombre ‘Foz Calanda, un cole con encanto’, que han comenzado a difundir en redes sociales para que llegue a más niños con su novedoso sistema educativo como protagonista. Los alumnos del curso 2017/18 entrevistan a sus padres, al alcalde y a la profesora de la Escuela Infantil. Es uno de los servicios que ofrece el recinto escolar, es municipal y posibilita que las familias puedan dejar en el mismo edificio durante toda la mañana a sus hijos en caso de tener varios de distintas edades. Los niños enumeran todas las ventajas del pueblo y del centro, que pertenece al CRA Olea, en el que se incluyen, además, las poblaciones de Castellote, Bordón, Aguaviva, Cuevas de Cañart y La Ginebrosa. Hace años contaba también con centro en Ladruñán y en La Cañada de Verich. Ambos tuvieron que cerrar por falta de niños.

En Foz Calanda, aunque no han llegado al extremo, quieren evitarlo. El descenso de alumnos se ha producido de forma progresiva, pero este curso que acaba de terminar ha sido especialmente brusco. Ser pocos no es el problema, pero sí estar en un límite tan peligroso ya que el cierre de un colegio está en tres alumnos.

Una metodología novedosa

Desde hace años en el CRA Olea se trabaja con el Aprendizaje Basado en Proyectos (Tecnología ABP) y los libros solo se llevan en Matemáticas y en Lengua para Ortografía y Gramática. "El docente deja de ser transmisor de conocimientos para convertirse en un guía y que sean los alumnos los que investiguen", explica Nuria Brumos, maestra del centro. "Porque se busca su participación activa enseñándoles estrategias de pensamiento para que sean críticos en la búsqueda de información", añade. Los alumnos investigan los contenidos que tienen que aprender para exponer ante los compañeros.

En Matemáticas trabajan con el método ABN, es decir, Algoritmo Basado en Números. "Vemos que desde los 3 años son capaces de trabajar la numeración y el cálculo", aclara la profesora. "Utilizamos materiales y objetos cotidianos –continúa– para que sean capaces de hacer equivalencias, contar y que para ellos las Matemáticas tengan mucho más sentido y de cara a Primaria van muy preparados".

Esta metodología implica tener unas aulas equipadas con pizarras digitales, proyectores, ordenadores y las tablets para los alumnos. Supone para el personal docente una formación continuada además de un trabajo extra de coordinación que ahora recaerá en una sola maestra. Reciben un refuerzo en estas metodologías y ahora también en ‘braining’, ‘mindfulness’ y yoga para aplicar en el aula como técnicas de relajación con los niños también.

Para las maestras, trabajar en una escuela pequeña tiene muchas ventajas. "El acercamiento a los alumnos es mucho más personal", concluye Nuria Brumos.

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