El despliegue de la Guardia Civil se hizo solo con agentes de la zona antes del triple crimen

Las declaraciones ayer ante la jueza del capitán y el alférez de la Guardia Civil de Alcañiz evidenciaron que el operativo desplegado, después de que el 5 de diciembre se produjera una doble tentativa de homicidio en un masico de Albalate del Arzobispo por parte Norbert Feher, alias Igor El Ruso, se realizó, sobre todo, con agentes de la zona. Así se desprende de las testificaciones de los dos altos mandos de la Comandancia alcañizana, las más importantes hasta el momento. Aseguraron que durante esos días, en los que estaba fugado el delincuente que había disparado a matar a dos albalatinos y en los que siguieron sucediéndose robos en masicos de la zona, se hizo lo que se realiza en cualquier lugar de España en estos casos. Un dispositivo que consistió en los guardias de la zona que contaron en un par de ocasiones con perros y un helicóptero. De hecho, en su declaración ante la jueza, que se prolongó durante unas tres horas y fue muy detallada, el capitán se refirió en numerosas ocasiones a los robos que se estaban produciendo en las casas de campo, pero, según fuentes cercanas al caso, sin dar suficiente relevancia a la doble tentativa de asesinato de los vecinos de Albalate.

Las mismas fuentes señalaron que el capitán también reiteró ayer que la mañana del día del triple crimen, el 14 de diciembre de 2017, solicitó que al día siguiente se incorporaran al operativo agentes GRS. Sin embargo, la llegada de estos cuerpos especiales se precipitó a la noche del mismo día debido a que Norbert Feher asesinó en Andorra a los guardias Víctor Romero y Víctor Caballero y al civil José Luis Iranzo.

Estas declaraciones son las más importantes hasta el momento, ya que el capitán y el alférez participaron en el operativo del día 14. Estuvieron desde las 15.45 hasta las 18.00 buscando sin éxito a Feher en las cuevas de Valdoria junto al ganadero Iranzo (del que dijeron que se quedó en el coche). Posteriormente fueron los que atendieron la llamada al 061 que el padre de Iranzo realizó tras escuchar los primeros disparos en el mas del Saso.

La declaración del capitán se prolongó durante unas tres horas y la del alférez unas dos, mucho más de lo previsto, por lo que la jueza decidió posponer para otro día las testificaciones de los dos agentes de Andorra que también participaron en el operativo.

En las declaraciones estuvieron presentes la fiscal y los abogados de las acusaciones, que pudieron realizar preguntas. La jueza admitió la gran mayoría de cuestiones aunque fue muy restrictiva respecto a las preguntas relativas a lo que pasó del 5 al 14, los días previos al triple crimen, unos hechos que gran parte de las acusaciones entienden que tiene relación al tratarse del mismo acusado. De hecho, la mayoría recurrieron la denegación de ambas causas conjuntas, que está pendiente del dictamen de la Audiencia Provincial de Teruel.