El desplome demográfico del medio rural pone en jaque a muchos multiservicios de la provincia

Ante la creciente preocupación de sus gestores, la Diputación de Teruel busca fórmulas para mejorar la rentabilidad de tiendas y bares que dan vida a los pueblos

Néstor Muñoz, gerente del multiservicio de Argente
El desplome demográfico del medio rural pone en jaque a muchos multiservicios de la provincia
Jorge Escudero

La galopante despoblación del medio rural turolense está poniendo en apuros a muchos de los 60 multiservicios que se abrieron a partir de 2000 en los pueblos más pequeños –con el apoyo de la Diputación de Teruel, el Gobierno aragonés y la Cámara de Comercio– para que sus vecinos contasen, al menos, con una tienda de alimentación y un bar en el que reunirse.

La fórmula, patentada por la Cámara de Comercio de Teruel, se ha extendido por Huesca y Zaragoza y actualmente despierta el interés de territorios no aragoneses, como Álava y Barcelona, cuyas instituciones han contactado con las turolenses para trasladar la iniciativa a sus comarcas con baja población. Sin embargo, la Diputación de Teruel estudia cómo mejorar el modelo de multiservicio para hacerlo más rentable, pues los gestores o adjudicatarios de estos establecimientos le comunican su preocupación por los escasos beneficios que obtienen de unos años a esta parte.

Uno de los multiservicios, el de Rubiales –58 habitantes censados–, ha echado el cerrojo por falta de gestor. Otros, como el de Corbalán –110 vecinos–, cambian de titular prácticamente cada año. Hay gestores, como los de los establecimientos de Abejuela –50 censados– y Lidón –54 vecinos–, que confiesan que hay días de invierno entre semana en los que no consiguen más de 5 euros de caja, mientras que los recibos por gastos y el pago de licencia de autónomos suben de 300 a 400 euros al mes.

"Antes había más gente, pero ahora los mayores se van con los hijos a la ciudad y los jóvenes llegan por goteo. La Administración debería tomar cartas en el asunto, porque así no podemos resistir", afirma Carmen Civera, alcaldesa de Abejuela y gerente del multiservicio de la localidad, abierto en 2002. "Hay días en los que no entra nadie y los sábados, con tantas grandes superficies por todas partes, la gente se va a comprar allí. Esto no da para vivir –sentencia–, hasta tengo que poner dinero de mi bolsillo".

Cornelia Pescu, responsable del multiservicio de Lidón desde hace dos años, afirma que está "aguantando" como puede, pues la población es muy escasa y apenas llegan turistas a la localidad que puedan hacer uso de su bar-restaurante. "Si esto no me da más dinero, yo no puedo seguir", lamenta la mujer. A su juicio, el apoyo de las administraciones es "esencial" para mantener abierto un servicio "que da vida a los pueblos".

Luis Muñoz, responsable técnico de los multiservicios en la Diputación Provincial de Teruel, alerta de que "la masa crítica de estos establecimientos empieza a descender a unos niveles que hacen que bastantes de estos negocios no sean sostenibles". La institución propone que la gestión del multiservicio salga a concurso junto con la plaza de alguacil o jardinero municipal, que reportarían al titular un sueldo seguro.

En colaboración con la Cámara de Comercio, la DPT planea también abrir una línea de formación que capacite a los gestores para diseñar su propio negocio, incorporando al multiservicio, por ejemplo, una casa rural o actividades de aventura y tiempo libre que atraigan gente a la localidad. Otras ideas son organizar una central de compras que permita a los multiservicios vender a precios más competitivos y conceder ayudas directas al titular para hacer frente a la cuota de autónomos.

Además, se están dando los primeros pasos para la creación de una cartera de servicios básicos ambulantes que se prestarían en los multiservicios según la demanda. "Empieza a haber consenso en que, o buscamos una solución, o mantener los multiservicios será misión imposible", dice Muñoz, si bien admite que hay comarcas, como el Bajo Aragón o el Matarraña, donde estos negocios "se sostienen mejor".

La Diputación de Teruel mantiene un programa de subvenciones a la creación, equipamiento y reformas de multiservicios, generalmente instalados en locales de propiedad municipal. La DGA también concede ayudas, mientras la Cámara de Comercio ofrece formación a los titulares.

"El balance es positivo, pero para ello he tenido que buscarme la vida"

Néstor Muñoz, que llegó a Argente en 2011 para hacerse cargo del multiservicio de este municipio y evitar el cierre del colegio con la escolarización de sus tres hijas, dice que el balance económico anual del establecimiento es positivo. "Ahora bien –puntualiza inmediatamente–, he tenido que buscarme la vida".

Explica que los ingresos no cubren los gastos mínimos "de luz y autónomos" que genera el multiservicio, que incluye carnicería, verdulería y supermercado, teniendo que compensar estas pérdidas con el salario que recibe trabajando en el horno de la localidad y repartiendo pan por 23 pueblos. Añade que, por suerte, su esposa tiene un contrato de jardinera municipal durante el verano y recuerda que, además, de la institución comarcal recibe una ayuda directa del 30% del coste de su licencia de autónomo.

"Con todo eso y ante lo barato que es vivir en un pueblo, al final del año resulta que he podido comer y pagar los gastos y eso es lo que cuenta, ¿no?", subraya.

Néstor confiesa, no obstante, que no es fácil vivir en el medio rural. Argente tiene 120 habitantes, pero por su local pasan apenas 15. "La mitad de los vecinos tiene más de 80 años", aclara. El último temporal lo dejó 15 días sin clientes. "La mitad del tiempo estuvo nevando y la otra hubo que esperar a que las calles estuvieran limpias. Hubo días en que los ingresos fueron cero euros", dice.

"Los principales clientes deben ser los habitantes"

El secretario de la Cámara de Comercio de Teruel, Santiago Ligros, apela a la "concienciación" de los vecinos para sacar adelante a aquellos multiservicios que se ven afectados por la caída poblacional. "Los principales clientes deben ser los habitantes; si estos quieren tener un multiservicio deben hacer uso de él. Se trata de una prestación social y tiene sus propias reglas de juego", asegura. "No siempre son más caros –añade–, solo hay que pensar en el coste de la gasolina al ir a comprar fuera del pueblo".

Ligros advierte de que sin los multiservicios "aún habría más despoblación" y apuesta por "buscar fórmulas" para ayudar a los titulares a costear la licencia de autónomos y a soportar el gasto de la energía eléctrica, muy elevado debido al alto consumo que registran los congeladores para alimentos.

"Los multiservicios deben seguir abiertos, de lo contrario, tendremos que decir aquello de ‘el último que apague la luz’", resalta. Para el responsable de la Cámara de Comercio en Teruel, este tipo de establecimientos son un elemento indispensable de lucha contra la despoblación en el medio rural de la provincia al generar más de 90 empleos "en puntos muy complicados de la geografía turolense". "Dan vida a los pueblos, porque en muchos de ellos no hay nada más", destaca.

Asegura que son más los que funcionan bien que los que tienen problemas y estima que tanto la implicación de los ayuntamientos a la hora de organizar actividades que atraigan visitantes como la iniciativa de los propios gestores "son muy importantes para la sostenibilidad de los multiservicios".

La Cámara colabora en el proceso de selección de los adjudicatarios de los multiservicios y promociona los establecimientos en las redes sociales, además de resolver dudas y formar profesionalmente a los gestores. A juicio de Ligros, "hay un antes y un después de los multiservicios en el medio rural turolense y por ello deben confluir todas las voluntades a la hora de apoyarlos".



 

 

 

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